YO TE HICE
Pues no tenías forma, ni ton ni son,
eras nadie, si acaso madre, eso si eras,
¿Mujer?, mujer no eras, pues no tenías forma,
yo te hice, cual alfarero, cual escultor…
Te tomé entre mis manos llenas de huesos
y con ellos, con mi manos y mis huesos,
te hice mujer, te hice de verdad, pues sólo
eras madre y aunque es mucho, eras sólo eso.
Te amasé con mis manos y con mis huesos…
entonces gemiste a la vida como recién nacido,
te concebí con mis sudores y te parí con mis fuerzas,
te enseñé los primeros vocablos…
Apenas los pudiste pronunciar y tan sólo gemiste,
pues sólo eso podías hacer, pues no sabías nada,
yo te hice, te hice mujer, te hice explotar
como volcán que contiene siglos de fuego ardiente,
Yo te hice, te hice soñar, te hice sufrir, te hice el amor,
es por eso que yo te hice, porque nadie es nada sin amor,
sin este amor doliente, criminal y pasional…
Te hice conversa de mí, de mi virilidad enhiesta…
Y ella siempre por ti dispuesta, ella que te magulla
las almas, ella que te machuca las carnes…
esas carnes que tuyas no son, que tuyas no fueron nunca.
Jamás nunca te hubieron indagado ¿Quién eras? ¿Qué sentías?
No sólo no te lo pregunté, no lo hice porque sólo eras madre,
y aunque eso es mucho, sólo eras eso. Yo te hice sentir,
yo te hice quién eres, yo te hice hermosa, yo te hice voraz,
ya sabía lo que eras y por eso me empeñé en hacerte
mía del cuerpo, mía del alma y mía del espíritu…
Te hallé por el camino este que le llaman la vida,
entonces te tomé en mis manos huesudas y
cual alfarero febril me exprimí las aguas y
con estas te amalgamé como lo hago con mi barro…
Y mira que bella pieza me salió del horno
donde te puse a cocer al calor de mi corazón,
al calor de mi carne yuxtapuesta con la tuya…
mira que gran creador soy, un semidios,
un dios chiquito que hace alfarería, que hace escultura,
que talla estelas monolíticas de suaves y húmedas formas.
Hoy ya eres tú, ya eres mía, ya eres mujer…
Hoy cuando en el espejo te miras, ya no te recuerdas quien eras.
Hoy estás hecha una mujer de carne y hueso,
hoy estás hecha de una carne trémula que siente,
hoy estás hecha de hueso suave y dócil que se comba,
hoy estás hecha de mí, de mis sudores, de mis palabras…
Carlos López Carmen
22 de junio de 2009
4.51 PM
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