TALLER DE NOVELA DE GERARDO OVIEDO: "6 grados de separación", suplemento cultural del periódico Cambio#links

Tarea II

- Es increíble lo que haces - . El coraje se reflejaba en su rostro, lindo a pesar de las penurias por las que atevesaba - ¡Ya ni chingas!
- Lo que pasa es que no entiendes.
- Que, ¿que eres un pinche alcoholico? - su furia era tal que amenazaba con golpearlo.
- Esto es pasajero, todo va a cambiar - Roberto se agarraba la cabeza con ambas manos, la resaca era terrible y encima tenía que soportar los gritos de su mujer.
- ¡Chinga tu madre!
- Calmate, no seas así -. La cruda desapareció por completo ante la situación -, te juro que va a ser diferente.
- En lugar de andar escribiendo pinches poemas pedorros, deberías de buscar un trabajo, pero trabajo de verdad no mamadas - el coraje de Martha poco a poco iba bajando - ¿ o piensas que tu hija y yo no tragamos?
- Esta bien mi amor te prometo que lo voy a hacer.
- Pero cuando, cuando nos cargue la chingada a tú hija y amí o cuando me decida a darle las nalgas al primer ojete que me saque de esto - lo dijo con tal vehemencia que no cabía la menor duda en sus palabras.


Tarea III

El bar se encontraba concurrido, el servicio era malo pero aún así lo frecuentaban mucho, nadie se lo explicaba.

La idea era que se tomaran dos o tres cervezas y ya, pero les llamó la atención, la chica que los atendía así que optaron por quedarse un rato más, hasta que uno de ellos la invitó a acompañarlos, ella aprovechó la oportunidad y de inmediato se sirvió tres ampolletas que no le duraron nada.

Todo marchaba bien, cada mesa se concentraba en su chrla, la de nuestros amigos iba subiendo de tono conforme pasaba el tiempo y algunas palabras ya no se les entenía, el problema surgió cuando decidieron irse a otro lugar y pidieron la cuenta.

Aprovechandose del estado en que se encontraban, les haían inflado la cuanta por lo que estos se negaban a liquidarla.

En un santiamén se hicieron de palabras y de estas pasaron a las manos, que por lógica fueron sometidos rapidamente, la chica que los atendía también participó en la bronca y en un descuido se apoderó de las carteras de los clientes y estos terminaron golpeados, sin dinero y de paso sobrios ya que de lo ocurrido hasta la peda se les quitó.

Sergio Cuateco B.