LA ESFERA ENGAÑOSA
Llegas, te haces visible, dueña de todos. Del niño flexible y del anciano de huesos porosos; perfecta anfitriona, tu sonrisa es mortal rictus, que contiene la efímera vida; cruzada de brazos observas la estancia. La gente emite sonidos confusos, dolor y miedo los une y en el centro se encuentra el niño que la muerte ha elegido, luce su traje de domingo; ya no hay viento que lo despeine, tiene limpias las rodillas y sus zapatos no enlodan el piso. Muy cerca una mujer delira. A veces le habla quedito al oído y otras reclama a gritos crispando las manos: ¡No te salgas, Dios mío que hiciste!
Es media noche, todos se han ido, solo la acompaña la muerte y el miedo; hay luto en la casa, la puerta esta cerrada con la aldaba para que el niño no salga. La madre no quiere que su hijo corra en la calle, mientras ella friega el piso y un sueño la distrae. Ahora se pregunta por qué su niño duerme en una caja ¿Dónde está tu cama mi amor? Mañana no saldrás, pero el niño ya se ha ido, prefiere seguir a la muerte que lo llama sosteniendo en las manos “LA ESFERA ENGAÑOSA”
Leticia Díaz Gama Lara Gazdam.
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