TAREA 19. ESCRIBIR UN CUENTO CON TODOS LOS NARRADORES Y DOS PERSONAJES COMO MÍNIMO, PROTAGONISTA Y ANTAGONISTA EN LUCHA ENTRE DOS CARACTERÍSTICAS: ERÓTICO Y TANÁTICO. EN TRES CUARTILLAS.
Lo despertó el chirriar del reloj antiguo que estaba sobre su mesita de noche, pero todavía se quedó acostado un buen rato: era un tipo mal encarado, arisco, con la cabeza rapada a los lados y el cabello parado al centro a manera de penacho, sus ojos saltones de mirar frío, demuestran cierta inquietud por lo que está pensando y desde luego memoriza paso a paso su plan para cometer el robo del año, como él lo nombra. Al levantarse se viste con su camiseta negra sin mangas porque le gusta, pues deja ver sus hombros donde lucen unos tatuajes extraños. Su cuerpo presenta tensión muscular y siempre está en estado de alarma, aun en su cuartucho de azotea. Es un hombre incapaz de amar o sentir afecto por alguien. “Los Rapaces”, sus cuates de la pandilla le apodan el “Buitre”, porque tiene una nariz muy parecida al pico curvo de un ave. Él es el jefe, pero el valor que demuestra es aparente, porque en la oscuridad siente miedo por las pesadillas que le acompañan cuando se droga, y eso le hace fumar mucho. Sin embargo, es un individuo muy tenso, si le dicen algo que le moleste, estalla en cólera. No le gusta estar solo, siempre lo ves con su pandilla, por lo que se nota en él una secreta necesidad de apoyo.
Tiene insistentes y horribles tentaciones, como las de matar a la chava que no le hace caso, pues es tímido y no expresa bien sus sentimientos. La “Reina”, como él le dice, es novia del estudiante de medicina. Un joven de rostro amable, simpático, jovial y muy guapo, que disfruta de la vida conquistando a las mujeres que lo siguen por todas partes, pues es un chico conversador que siempre las hace reír con las chistosas anécdotas que les cuenta. Sin embargo, a pesar de tener alta posición económica no es buen estudiante y siempre está invitando a sus amigas a disfrutar de la buena comida o cena y después naturalmente a una noche de amor.
Una tarde sucedió lo que el “Buitre” estaba planeando mucho respecto a la jovencita, cuando él se atrevió a decirle de frente:
-Mira mi reina, yo hablo poco y no quiero darle muchas vueltas al asunto, tú me gustas y te pido que seas mi chava. Es más, quieras o no, así lo he decidido. El mujeriego de tu novio no te conviene, porque te cambia a cada rato y yo sería sólo para ti. Además te prometo darte una vida de reina, porque pronto, seré millonario. No me contestes ahora, te doy una semana para que lo pienses; pero no más tiempo y para hacerlo como tú quieras si me contestas que sí, y si me dices que no, yo lo haré a mi manera. -Eso le dije a la reina cuando por fin me decidí hacerlo, aunque estoy seguro de que no aceptará porque me miró con cara de susto-.
Esa misma tarde mis amigos y yo, planeamos como llevarnos a la reina a la fuerza y sin que se enterara su familia y menos su novio el hijo del diputado, para no tener broncas con la Justicia. Ese mismo día -les dije-: Nos la jugaremos el lunes con el robo planeado y si éste sale bien, nos repartimos el botín en grande y entonces me acompañarán a buscar a la “Reina” a la salida de su escuela, cuando el galán de su novio se distraiga con sus amiguitas. La subiremos al coche, que ya me habré comprado con el dinero y la llevaremos a mi nuevo domicilio. Entonces la trataré como mi mujer y tendrá que obedecerme en todo y ya no pensaré más en seguir viendo a mi mamá que se preocupa tanto por mí, porque ya no estaré solo. Ellos estuvieron de acuerdo en ayudarme y se fueron a su negocio.
No sé por qué me duele tanto la cabeza y el cuerpo, si aún no he tomado nada, a lo mejor necesito que me den mota, de la que recogieron ayer “Los Rapaces”. Esta noche será inolvidable si me la dan los amigos y mañana estaré listo y les repasaré las estrategias del robo que estuve planeando para la próxima semana. Eso pensé y el sueño me venció.
-¿Tú crees que este cuate enfermizo esté bien de la cabeza? –dijo el “Músculos” con su voz baja y ronca, cuando vio al “Buitre”durmiendo-. Te imaginas el teatrito que vamos hacer el día del gran robo con un jefe como él. Ten la seguridad de que tú o yo seríamos mejores desempeñando ese papel. Te propongo que en la próxima reunión, si nos ponemos de acuerdo, le damos el golpe de grupo y le decimos de frente que no queremos que siga siendo el jefe. Si te das cuenta, él es un hijo de mamita, pues cada ves que viene la vieja, no sale ni a la esquina y deja que ésta lo consienta como a su bebé. Tú tienes que apoyarme, pues yo tengo más fuerza y poder que él, por algo me apodan el “Músculos”. Es más, soy sincero y te digo que quiero ser el jefe desde mañana mismo. Ten la seguridad de que si tú me apoyas, los demás también lo harán, ¿qué dices “Gordo”? Te atreves a desafiar al “Buitre” o se te caen los pantalones.
El “Gordo” lo piensa y no le contesta al “Músculos”. Nadie sabe lo que está pensando porque es un tipo muy reservado y casi nunca expresa lo que siente. A él le puedes confiar un secreto y es seguro que no se lo dirá a nadie. Ni siquiera se sabe dónde vive, ni como llegó a la pandilla porque nunca lo dice. En cambio el “Mosca” es un chismoso, de él se puede contar santo y seña de su vida y hasta lo que está pensando con sólo verlo.
En ese instante llega él, ruidoso con su plática y con la comida, que asegura compró muy barata en el puesto de la esquina y su voz chillona molesta como una mosca; pero no les dice que se la regaló su tía porque le sobró de la fiesta que tuvo, esto para ganarse unos pesos. Cuando llegan todos los de la pandilla, despiertan al jefe y lo animan a comer. Éste se queja de su dolor de cabeza y les pide que le den droga de la más fuerte que tengan para alivianarse.
Ellos tratan de que primero coma y le dicen que vieron a la reina platicar con su novio y no pudieron oír bien lo que le estaba diciendo; pero por el movimiento de sus manos sobre su cara y sus lágrimas, pensaron que era algo muy trágico. Además vieron como él la abrazaba para consolarla. El “Buitre” se imagina, que le fue con el chisme sobre lo que le propuso para ser su chava y también su mujer. Se queda callado sin decir lo que está pensando. No se sabe cual será su reacción porque es reflexivo y piensa mucho lo que va a decir o hacer.
Después de un buen rato y cuando terminan de comer, el “Músculos” sin esperar más se le enfrentó al jefe y –dijo-: Mira “Buitre”, aquí los más fuertes hemos decidido que tú ya no puedes ser el jefe, si no nos demuestras tu poder, enfrentando al medicucho que te roba a la “Reina” cada vez que quiere. El “Buitre” no respondió, se quedó callado, nadie sabía lo que estaba sintiendo, pero todos esperaban lo peor. Después en aparente calma –dijo-: ¡síganme! Todos caminaron detrás de él sin saber a dónde se dirigía, presintiendo que iba en busca de su rival. Al llegar al restaurante donde sabía que siempre cenaba, lo esperó fumando tranquilamente, mientras los pandilleros se quedaron en el parquecito de enfrente para observarlo. Al cabo de un buen rato, salió el estudiante de medicina con la “Reina”, quien al ver al “Buitre” frente a ellos, empezó a llorar y no sé que le decía al novio. Él le dijo que se fuera, ella se metió al restaurante y como él es bravo y atrevido, sacó una pistola que no siempre se sabe por qué la carga, y le apuntó al jefe de la pandilla, quien ya se esperaba esa reacción y cobardemente le dijo, que él no quería problemas; pero que tuviera cuidado porque su pandilla los estaba observando y a un solo movimiento de su mano lo matarían. -Primero te mueres tú, cabeza rapada, -le contestó-. El “Buitre” guardó silencio, no sabemos si por miedo o por que era su oportunidad de enfrentar a la muerte que siempre había deseado. En ese instante se escuchó la sirena de la policía. La pandilla huyó del lugar y el “Buitre”, aunque trató de escapar fue aprehendido de inmediato por los agentes, quienes a bordo de la patrulla se lo llevaron preso.
El joven estudiante de medicina, apareció en los periódicos como el héroe del día y adquirió fama de valiente ante las chicas que se volvían locas por darle besos de felicitación. En cuanto a la pandilla no se sabe dónde se ocultó; pero seguramente muy lejos de ahí con su nuevo jefe el “Músculos”. El “Buitre” después de estar en la prisión, sale derrotado y con seguridad se va a la casa de su mamá, porque realmente se siente enfermo de todo. Irma Judith Camacho Cortés.

Tarea del Lunes 11 de Abril 2011.

TAREA 18. ESCRIBIR UN CUENTO EN UNA CUARTILLA. ( CON ESCENAS ALTAS Y
CON ESCENAS BAJAS.)
Mis tres amigos y yo, al finalizar la aventura de cazar lagartijas en el río, regresamos felices; pero sintiéndonos asesinos por la masacre de animalitos indefensos, que nos imaginábamos ¡eran saurios enormes y de aspecto pavoroso! Estábamos seguros de que nadie nos castigaría por matarlos, pues sólo practicábamos un deporte con las resorteras y las piedras. Esa tarde al despedirnos les dije: –No olviden que hoy a las cinco tenemos reunión secreta en la azotea de mi casa, para planear donde iremos de cacería –todos estuvieron de acuerdo-. Y nos retiramos.
A la hora indicada, subimos uno a uno, por la frágil escalera hasta la azotea. Cuando ya estábamos arriba, buscamos entre los escombros un lugar donde sentarnos. Entonces lo vimos, yo enmudecí, nadie gritó; pero se asustaron. Quise pedir ayuda a mis padres y no pude, las piernas me temblaban. Los ojos del animal estaban fijos en mí, él me miraba. El corazón me latía tan fuerte que empecé a escucharlo, parecía el sonido de un tambor. Aún traía la resortera y una piedra en la bolsa de mi pantalón, pero mi mortal arma, ahora sólo daba risa. ¡El animalote se movió! Quise correr, miré hacia atrás y fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba solo, mis amigos seguramente al verlo, huyeron. Me sentí el más cobarde, cuando el animal no se movía y yo sudando, tampoco. Estábamos mudos, observándonos el uno al otro. Esa mirada fija me decía: “asesino” y al mover su mandíbula pensaba “ahora te toca a ti, ¡muévete y sabrás lo que es morir destrozado!” Yo me sentí clavado en el piso. Esto no es verdad me dije, no puede serlo, estoy soñando, me pellizqué y eso dolió. Un sudor frío mojó mi cuerpo, y pensé: “mide cerca de un metro, sé que su cola me alcanzará si me muevo. Es tan rápido que girará sobre sí mismo y me golpeará para después destruirme con sus mandíbulas”. Me imaginé lleno de sangre y a él tragando a pedazos mi cuerpo. Es mi castigo pensé y me sentí impotente por no poder huir. La angustia y el horror me paralizaron. Fue entonces cuando escuché el ruido de una sirena, creí estar muerto y me oriné. Luego vi que le lanzaron una red y me desmayé. Al recobrar el conocimiento, mis amigos me platicaron que los bomberos bajaron un caimán de la azotea de mi casa. Por la noche escuchamos en el radio y en la tele, la noticia de que inexplicablemente se había encontrado un caimán, en la azotea de una casa. Este gran susto frente a un animal que podía haberme matado, me hizo pensar en el mal que hacíamos mis amigos y yo, al destrozarles la cabeza a las indefensas lagartijas. Mi arrepentimiento fue tal que desde ese día mi vida cambió, enterré los animalitos y destrocé mi resortera. -No más planes de aventuras en el río -les dije a ellos-. Ahora sólo haremos juntos las tareas de la escuela. ( Irma Judith Camacho Cortés.)

Tareas y Tareas...

Cuesta tanto decir si.
Mitad Escena Alta, mitad escena baja.

—Lo extrañas?— preguntó.
—Y como no hacerlo!— repuse.
—Bueno, quiero decir…—miró mi expresión e hizo una mueca— y si pudieras hacerlo regresar?...
—Daría todo por ello, por él, si eso es a lo que te refieres, incluso mi vida.
Pero me arrepentí de decir eso, porque al parecer con esas palabras había cruzado un limite. Se levantó y gritó:
—Pero sabes que no es posible, que pensar en eso es absurdo.
—Lo sé!— lo corté en seco.
—Porque el no va a volver NUNCA— completó, como si fuese necesario.
Me paré, sentada me sentía débil.
—Basta, me estas lastimando.
Cerré mis ojos porque sus movimientos eran bruscos y atrabancados, se agarró la cabeza y luego jaló de mi muñeca y quedamos a escasos centímetros.
—Mereces ser feliz— sentí su aliento en mi frente.
—Lo soy—, Me atrevía abrir los ojos pero los dejé clavados en el piso.
—Me refiero a cuando todos se van a casa, a cuando los recuerdos te invaden.
— Te tengo a ti para hacerme olvidar, eres mi alemán.
Besó mi frente y me recargué en su pecho.
— Se mi novia.
Tardé una fracción de segundo en comprender el significado de sus palabras.
—No lo arruines— supliqué alejándolo de un pequeño empujón y rodé mi pecho con mis brazos.
—Se lo que sientes por mi porque lo veo, me miras diferente.
—Ye he dicho que pares— grité.
—NO puedes estar en negación toda la vida— dijo furioso.
—Vete, vete ahora—ordené
—Bien— se dirigió a la puerta pasando a mi lado, casi rozándonos.—Pero el ya no existe— murmuró
—Ya me di cuenta de eso.
— Y no puedes hacer nada en contra— se fue dando un portazo.
Tomé la lámpara de mesita y la arrojé contra la entrada. Todo se quedó obscuro y caí al suelo.
—IDIOTA— grité— IDIOTA.

En cierto modo llorar no es malo… mientras dura. Pero tarde o temprano tienes que parar y entonces vienen los pensamientos mas crudos y reflexiones.

Nunca en toda nuestra larga amistad nos habíamos peleado de esa manera. Era duro pensar que no le importaba lo que yo sentía al tocar ese tema, Es que el lo sabía! Eso era lo que mas me hacía ruido en la cabeza. Jamás JAMAS! Hablábamos de ello. Porque había decidido hablar ahora? Que era lo que lo había impulsado? Dios sabrá, pero ahora me había despertado una pregunta totalmente absurda. Y si pudiera hacerlo regresar? Sabía que pensar en eso era… alarmante. Quizá había leído muchas novelas y visto mucha TV pero ahora empezaba a formular historias como hacer brujería y sacrificar a alguien para que el volviera y así me seguí mucho tiempo hasta que me di cuenta que todo lo que pensaba era un tanto… bueno muy satánico, sangriento y egoísta. El pensar en el siempre me llevaba a la conclusión de que nunca más volvería a tenerlo conmigo y al final me recriminaba el guardar aun la esperanza de que el volvería. No me molestaría verlo como Zombie, o como vampiro. Quizá muy dentro de mi sabía que necesitaba algún tipo de ayuda, pero los psiquiatras piensan que recordar las cosas y contarlas hace bien, yo pienso que hacer eso es peor que tirarte de un acantilado con una piedra amarrada al tobillo después de haber tomado arsénico y enterradote un cuchillo en el corazón; en conclusión: NO TERAPIAS.
Pero a pesar de que me costara admitirlo le daba por un lado la razón a Alain. El no era simplemente un amigo, era… pues era… él. Pero no me podía permitir querer a una persona al mismo grado que quise a Iván, si perdiera también a Alaín sería el fin de mi vida. Él era el que me mantenía cuerda. Claro que quería ser feliz, no a medias, si no completamente. Pero si tenia que arriesgar y luego perder mejor no arriesgaba y no perdía. De pronto en mi mente vi el rostro de mis padres, me veían con amor, pero también con desaprobación. Entonces mi madre dijo: El que no arriesga no gana. Me quedé petrificada luego después de lo que pareció una eternidad sequé mis lagrimas tomé mi celular y marqué su numero. Sonó cinco veces y luego contestó con dulce vos:

—Sabía que lo harías.
—La respuesta es si— dije con voz temblorosa.
Tocaron a la puerta. Me sonrió.
—Por un momento temí tener que quedarme en la camioneta toda la noche.



Migraña.
Personaje Prototipo.


Empezaba a sentirse mareado, las gotas de sudor corrían por su frente, su respiración entrecortada era un sonido lejano y de pronto vio a su siguiente obra de arte: Una chica sentada en la banquita del parque con un árbol junto, dándole sombra a su tez clara. Llevaba una bufanda roja y una blusa de manga larga. Mario tomó los materiales necesarios de dentó frente a la ventan de su casa y pintó, pintó, pintó. Sabía que debía darse prisa, pues en cualquier momento la chica se iría y la jaqueca también, pero ninguna lo hizo. El cielo obscureció, los niños se fueron, los perros buscaron un buen lugar para dormir y el policía había sido relevado.

Como todos los días Mario preparó café cuando terminó su cuadro. Era algo reconfortante saber que en un día había terminado un dibujo, pero sentía genuina curiosidad por la chica. Se paró de su silla ya sin migraña y asomó la cabeza a la calle. ¿Qué diablos esperaba aquella mujer? Sintiendo compasión por ella bajó de su departamento y se dirigió a su fuente de curiosidad.

Sin embargo no pudo dar un paso más, calló al piso y se quedó inconciente.

Estaba acostumbrado a despertar vendo un techo blanco con lámparas largas y tapado con sábanas azules y bata blanca.

—Buenas noches— saludó el doctor Vela.
—Buenas noches para usted también, Doc.
—Nos has sorprendido, Cadena, eso de desmayarse en plena calle…
—Oiga! Ya los extrañaba. Y ¿Cual es el diagnostico?
—Migraña severa— dijo un poco en automático el doctor—, pero— bajó un poco sus lentes y lo vio—, Hay algo nuevo.
Mario lo vio expectante
—Le ha sangrado la nariz— reveló con un dejo de inquietud.
—Vaya! si que lo es. Y me dio dos veces la migraña en el día.
Vela no contestó, estaba escribiendo.
—La señorita que le hizo el favor de llamarnos…
—Era blanca, delgada, con una bufanda roja? —interrumpió Cadena.
—Pues si, si era así— confirmó.
—Esa chica llevaba horas en el parque, la pinté hoy mientras mi cabeza…

La platica se cortó allí, mas bien la encontró Mario, no podía decirle al doctor lo que hacía cuando le daban sus capítulos, para lo fuerte que eran sus dolores era imposible hacer actividad alguna pero lo cierto era que Mario no era normal. Lo único que el podía hacer era pintar, como si estuviese poseído.




Mundo Perfecto. Personaje estereotipo.

Todo estaba listo en su mesita de noche, había veneno par ratas suficiente como para vaciar las atarjeas pero este no era su propósito: Cuando en el mar de la vida sientes que en lugar de ir flotando te ahogas entonces es momento de acabar con la tortura.
Luisa se preguntó cunando tiempo mas tararía en hacer efecto el veneno. El timbre sonó. Dudó en ir a atender ¿Qué más daba? Después de todo, fuese quien fuese, no se tardaría mas de un minuto en rechazarlo y aun en ese estado se le hacia descortés no abrir la puerta.
Se quedó helada, no daba crédito a lo que veían sus ojos. Era el, era Oswaldo! La persona que amaba con toda su alma, mas le había hecho mucho daño, estaba afuera de su casa. Todo empezó a dale vueltas ¿era por el veneno?
No dijeron nada, se quedaron viendo uno al otro. El empezó a murmurar palabras que ella solo escuchaba como un eco; Hace media hora habrían tenido sentido, en ese momento solo eran: error, espero, perdones, te amo. Ella hubiese querido formar una frase que le dijera que valía la pena ir a vomitar lo que ahora la estaba mando, Oyó lejanamente un golpe y sintió el piso frío en su mejilla. Oh, había sido ella. Todo pasaba lentamente soltó una cajita que apretaba en su mano. El se dejó caer en su pecho, podía escuchar los arrítmicos latidos del corazón de su amada que luchaba con mantenerla con vida.
El no tomó el teléfono, no llamó por ayuda, buscó por toda la casa algo que lo hiciera agonizar. No habñia nada solo cajas y cajas vacías de veneno, electrodomésticos, cuchillos y… ¿cuchillos! Tomó uno.
Dicen que cuan mueres ves tu vida pasar ente ti, pero Oswaldo solo veía el daño que había causado y recordaba las estupideces que había hecho.
Le había importado más el que dirían los demás de que anduviese con una chica Emo. La amaba pero… no, su conducta no tenía perdón. Si tan solo hubiese mandado al carajo todos los comentarios no estarían los dos en la línea de la vida y la muerte.
Mucha gente creé que al morir ves una luz blanca que se va acercando pero lo cierto era que Luisa solo veía una bola de cristal con una niña adentro: Era ella hace algunos años, donde cuando decías pidos todo se paraba, cuando las decisiones se tomaban con Zapatito blanco Zapatito azul. Era ella encerrada en su mundo perfecto.
Cómo le hubiese gustado ver a su amado junto de ella en aquella burbuja. Tal vez fue porque era su mundo, tal vez no, pero cuando volvió a girar el juguete para ver los copos de nieve caer sobre sus hombros una voz profunda proveniente detrás de ella le susurró: Tal ves esto no te sirva de nada, pero quiero que sepas que siento haberte lastimado, no quiero justificarme pero no crecí en una familia con amor, ¿Cómo podía dártelo si no sabía que era? Con el tiempo me lo enseñaste y no lo supe valorar.
La pequeña volteó a ver a su amado, el pequeño volvió hacia su amada, sus mundos estaban entrelazaos el uno era el mucho perfecto del otro, podían quedarse allí eternidades, pero sonó un pitido penetrante, ensordecedor que perforó y destruyó los cristales.
—Esta viva— gritó alguien.
—Se nos ha ido— Dijo otro en un murmullo, pero Oswaldo ya no los escuchaba, estaba muy ocupado siguiendo una luz blanca.


Personaje contra si mismo. Lobo


Ya empezaban a correr rumores de que algo allí afuera estaba matando gente, por su puesto no era yo, yo no sería capaz de matar ni a una mosca… bueno a una mosca si, saben a poyo, y tal ves también a un par de ciervos, gatos… pero nunca a personas, después de todo yo era la mitad de una ¿no?. Seguido iban muchos policías al bosque en busca de lo que fuese que estuviese matando gente. A mi me parecía algo estúpido porque ni con 100 pistolas podrían acabar con aquellos tres vampiros y solo terminarían en la lista de desaparecidos.

También había gente necia que pensaba que todo este royo de los asesinatos era invención de el gobierno para mantener al pueblo asustado, y claro que podía ser una opción, porque ese tipo de cosas si suceden, pero cuando ya son demasiados asesinatos y de gente que conoces empiezas a dudar si solo es argüende o si en verdad está ocurriendo todo eso. Una chica de mi salón, por ejemplo seguía cruzando el bosque todos los días pero salía con vida, es más ni siquiera se acercaban a olfatear su aroma. Pero cierto día al cruzar, entre los árboles, se hallaban esas criaturas espantosas, estaban a punto de chupar su sangre cuando corrí frente a ella, yo la conocía y no iba a dejar que la hirieran y mucho menos la lapidaran. Ella dio un grito de terror y corrió de regreso, yo la seguí, pues los vampiros iban de tras de ella. Quería decirle que no le haría daño, pero solo en mi forma humana podía hablar. Al fin se vio el claro del bosque y ella salió. Me inundó un terrible coraje contra esos malditos chupasangre pero luego pensé, si ella dice algo sobre que vio un lobo…

Y mis temores al día siguiente se cumplieron — ¡era enorme!— decía. —Si, ya me tomaron declaración, van a tomar cartas en el asunto—.

La hubieses dejado morir, me decía mi diablito; pero te hubieses sentido culpable, me consolaba mi ángel. En clase de Geometría un impulso me hizo decirle hola y luego me lo reproché profundamente. Quizá si ella, si Denisse viera que no era malo… todo esto pasaría a la historia. Sin embargo, con lo ocurrido el día anterior, era obvio que no volvería a pasar por el bosque ¿Cómo encararla? Derrotado, descansando debajo de un árbol y pensando en las musarañas fue cuando vi una silueta pequeña al finalizar el sendero, más allá del claro. Claro, ella tenía que pasar por el claro para ir a casa, aunque no cruzara el bosque yo podría interponerme en su camino, después de todo casi nadie se atrevía a pasar por él sin compañía y ahora estaba completamente desierto. Me acerqué sigilosamente y con las orejas gachas. Era una linda chica, de pronto me di cuenta del por que la había salvado, allí en medio de la inmensidad, parecía tan pequeña, tan desprotegida… Dí unos pasos atrás pero pisé una hoja y ella se volvió, quedó como petrificada y calló al suelo. Maldita sea, ¿y ahora que iba a hacer con una pequeña desmallada? Sin otra opción la subí a mi lomo y corrí a casa. Era tan bella…

Cuando despertó yo ya estaba en mi forma humana, como me conocía, como Alex. Le expliqué que yo la había encontrado en el bosque tirada. Ella agradecida me abrasó. Le ofrecí llevarla a casa, bueno en realidad sonó cómo una orden. Por desgracia teníamos que pasar a fuerza por el claro del bosque. Lo hicimos sigilosamente, pero de un instante a otro nos vimos rodeados por los vampiros. No hablaron, no dijeron nada, solo se abalanzaron contra ella. Me convertí y los arrimé a mordidas. Sin embargo eran 3 y yo 1 así que dos de ellos clavaron sus colmillos en mí. Ya no podía hacer nada. Ella tirada en el piso junto a mi, susurró gracias. Después cerré los ojos y dejé que la muerte viniera por mí. Lastima que no pude salvarla.

Tarea 17 del 11 de Abril de 2011.

TAREA 17. ESCRIBIR UN TEXTO CON UN PERSONAJE PROTOTIPO.
Si pudiera confesar todo lo que en mí interior cambió, después de conocer al Rav Omán, te lo diría. La vida de este noble Maestro, fue una enseñanza magna, por manifestar en sí mismo el arte de la transmutación. Sin embargo, sólo te diré algo de lo interesante de sus instrucciones porque estoy seguro que cambiarán también tu vida. Lo primero que escuché de sus labios fue: <>. Es un antiguo adagio, que como estudiantes debíamos analizar y lo hicimos, llegando a la conclusión de que la naturaleza y contenido de los pensamientos, efectivamente condicionan nuestra vida cotidiana. Rav Omán escuchó silenciosamente los comentarios que hicimos y solemne agregó: <>. -Es una gran verdad -dijo el joven científico que me escuchaba con atención-. La ciencia reconoce que todo es vibración en el universo. Por lo tanto, atraemos lo que deseamos con nuestros pensamientos, en la misma tasa de vibraciones que los emitimos.
Rav Omán, fue un hombre poseedor de gran potencial de energía positiva. Uno de los objetivos de su Ser, era enseñarnos a tomar conciencia y expresarla a través de nuestras facultades físicas, mentales y espirituales. –Él dijo-: <>.
Un día de otoño, después de darnos otra enseñanza sabia, Rav Omán entró en un estado que no había experimentado nunca antes. Súbitamente su cuerpo tembló y como una luz dorada se expandió. Deslumbrados perdimos la noción del tiempo y del espacio. Luego, todo nos pareció claro y brillante, tuvimos la impresión de que el universo se abría. Un espíritu de luz se manifestó en la tierra, rodeó su cuerpo y él brilló con esplendor. Esa es la verdad, los presentes ahí fuimos testigos. Este monumento dorado que tú ves ahora aquí en el monasterio, fue hecho para recordarlo; porque en aquel instante, la pureza de su alma y su espíritu se volvieron luz y su cuerpo se convirtió en oro. Así fue como todos sus discípulos presenciamos su evolución a un nivel superior. (Irma Judith Camacho Cortés.)

Tarea 13 a 16 del 11 de Abril 2011.

TAREA 13. ESCRIBIR UN SONETO. DOS CUARTETAS Y DOS TERCETAS.
*MÉTRICA: VERSOS DE ONCE SÍLABAS. (ENDECASÍLABOS.)
*RITMO EN LA TERCERA Y DÉCIMA SÍLABAS.
*RIMA INDICADA AL MARGEN.

ENCANTO

A Sufre mi pensamiento en el sombrío
B hechizo de mi mente que se asombra
B y fría risa suena entre la sombra
A por un beso que a ti llega tardío.

A Mi recuerdo te encuentra en el vacío
B de tu ropa que dejaste en la alfombra
B y mi boca constante a ti te nombra
A tristes penas que en sueños te confío.

C Tu corazón y tu alma son mis bienes
D que perdí entre la penumbra oscura,
C sólo tu nombre se grabó en mis sienes.

D Hoy llegas a mi vida con premura
C y me das el encanto que tú tienes
D derramando la paz en mi dulzura.


Nota: el ritmo en la tercera y décima sílabas en todos los versos, es difícil para mí.

Irma Judith Camacho Cortés.
13 – abril - 2011



TAREA 14. DÉCIMA. CONSTA DE DIEZ VERSOS.
*MÉTRICA DE OCHO SÍLABAS. (OCTOSÍLABOS.)
*RITMO EN LA SEGUNDA Y SÉPTIMA SÍLABAS.
*RIMA INDICADA EN EL MARGEN.



ARTISTA

A Tu corazón especial
B encuentra el acuerdo pleno
B de un espíritu sereno
A y de una mano genial,
A pintando sentimental
C arte de sutil grandeza,
D luz admirable y emotiva
D de tu alma tan sensitiva,
C que por real naturaleza
C posee divina belleza.


Nota: me fue muy difícil escribir rimas consonantes en todos los versos y no pude cumplir con el ritmo indicado.


Irma Judith Camacho Cortés.
12- abril –2011






TAREA 15. ESCRIBIR UN TEXTO CON UN PERSONAJE ESTEREOTIPO, COMO PROTAGONISTA.
Todo comenzó a cambiar en el rostro del pequeño Víctor, sin que sus padres Tania y Luis se percataran de ello. El problema se inició, debido al inconsciente rechazo de ambos hacia su hijo desde que nació. Me di cuenta de la gravedad del caso, un fin de semana cuando visité a mis amigos y encontré al niño sentado muy quieto, en la puerta que da al jardín. Al acercarme pude observar su rostro serio, como el mío, donde se dibujaba un entrecejo fruncido como el de un adulto con varios problemas. Esto no es grave, lo terrible es el ambiente que le rodea y no me refiero a lo económico. El trato que sus padres le dan me parece insólito, pues son dos personas normales que demuestran ser felices con tres hijos. Rosa una nena de cinco años, es la reina del hogar, por su cándida hermosura parecida a la de su madre y Luis un niño robusto de diez años, su hijo mayor: extrovertido, alegre, amiguero y hasta fanfarrón como su padre. En cambio Víctor es un niño de siete años, débil, enfermizo y triste que no se parece físicamente ni a su papá, ni a su mamá. Por el carácter de su padre se inició el problema. Desde que nació, Luis bromeando le dijo a su esposa lo que pensaba y yo lo escuché porque estaba con ellos:
-Este bebé no puede ser nuestro hijo. Mírale la cara, apuesto que en el hospital nos lo cambiaron. Yo creo que debemos devolverlo y reclamar el nuestro –sonrió sin recato-.
-¡Caramba Luis! –dijo Tania-. Los bebés recién nacidos son así de... de... –no supo como describir a su hijo y eso provocó la risa de la familia-.
Esta anécdota, la comentan siempre a los familiares y amigos, aun delante de los niños. Víctor a pesar de su corta edad entendía que para sus padres era feo y pensaba que lo iban a devolver al hospital. Un día después de estos comentarios, se dirigió a su recámara y yo lo seguí para platicar con él, porque me pareció observar que estaba a punto de llorar. Lo vi sentado en el piso en medio de sus juguetes, acariciándolos de uno, en uno, tarareando. Luego empezó a golpearlos diciendo: -¡Pato feo ahógate! –lo metía y sacaba de la tina-; ¡oso fuchii! -y lo tiró-; ¡pelota fea toma, toma! –la pateó enojado-; soldado feo muere, muere –le disparó con su pistola de agua-. Víctor destrozó al soldadito después de mojarlo. El niño no lloró, pero demostró su dolor de esa manera. Cuando se dio cuenta de que lo observaba, -me dijo-: -Jue... juega con... conmigo. Lo tomé de la mano y lo llevé al patio y jugamos con su pelota buen rato. Cansados nos sentamos y me dijo tartamudeando:
-Si...si...los ni...niños, pu...pudie...pudiéramos esco...escoger a un pa...papá. Te...te escoge...escogería a ti. Lo abracé y al besarlo, empezamos a llorar. (Irma Judith Camacho Cortés.)




TAREA 16. ESCRIBIR UN TEXTO CON UN PERSONAJE ARQUETIPO.
-¡Qué muera hermosa y pura! –dijo el primer guerrero-.
-¡Sí, ella debe morir! -exclamó el segundo-.
-Debemos atravesar su pecho con el dardo secreto –comento con voz grave el tercero-.
-Nuestra Princesa Yunuén morirá esta luna llena –afirmó con seguridad el cuarto-.
-La Princesa poetisa de este Reino del Sol, dignificará así la memoria de nuestra raza. Serán eternos sus versos dedicados al Gran Espíritu –aseguró con solemnidad el Jefe-. Su padre no podrá oponerse, porque se enterará cuando todo haya pasado y entonces yo tomaré el mando de este Reino y él abatido por la tristeza, no luchará. –Esto lo escuché claramente desde lo alto-.
Es una conspiración en contra de Yunuén y su padre, pensé y no dudé ni un instante en prevenirlos. Luego vi al Príncipe del Reino vecino del Trueno, quien se acercó a saludar a los guerreros. Él conoció a la hermosa Princesa del Sol el día en que cumplió sus veinte años, pues fue el invitado de honor a su fiesta. Al escuchar su melodiosa voz en poesías dedicadas a la madre tierra, a los pájaros, a las flores y a la vida, como canto de amor de su corazón, se enamoró y hoy viene seguramente a decirle que desea casarse con ella. Lo hace no sólo por su belleza, sino por su bondad ejemplar con los súbditos de su Reino. Lo sé, soy un observador de altura.
La Princesa ajena a la tragedia de su vida, bajo la mirada adusta de su padre El Rey y acompañada por las doncellas de su corte, pasea bajo los platanares que en música silenciosa le abanican con el viento. Enamorada espera el regreso del valiente Príncipe Urimán. Sabe que lo ha cautivado con sus poesías y pronto vendrá a visitarla. Entusiasmada entona sus amorosos versos que se oyen por doquier con atención, por el encanto que despiertan. Guarda silencio cuando escucha mi trinar de pájaro de voz extraordinaria, variada, que en gama de melodiosos sonidos canto al amor con infinita tristeza. Soy un Cenzontle que para consolarla, le trino durante todo el día. -Tú no puedes ser mensajero de noticias malas –dice esto, como presintiendo que algo cruel se avecina-. Eres el ave con la que mi pueblo me ha comparado cuando le canto al Gran Espíritu. Yo levanto el vuelo y ella palidece cuando ve llegar un corcel, donde un hombre herido se aferra para no caer. Llama de inmediato a su padre pues se trata del Príncipe Urimán, quien con angustia les relata que lo atacaron en las afueras del reino, cinco guerreros que se reunieron para conspirar contra él y sacrificar a la princesa Yunuén. Enterado, prepara a sus fieles servidores y al pueblo en general que los ama, capaces de dar su vida por ellos. Cuando los traidores llegan, son aprendidos y por orden del Rey exiliados de la comarca. Yunuén y Urimán unen sus vidas por amor y yo les canto con alegría. (Irma Judith Camacho Cortés.)

Tarea 11 y 12 del 4 de Abril de 2011

TAREA 11. CONSTRUCCIÓN DE UN SONETO. TEMA LIBRE.
DE CATORCE LÍNEAS. DOS CUARTETAS Y DOS TERCETAS.
MÉTRICA: VERSOS DE ONCE SÍLABAS ( ENDECASÍLABOS.)
RIMA INDICADA AL MARGEN.


ESCRITOR

A Tú, frente a una página blanca estás
B pensando dar cariz a un argumento,
B al personaje ves con fundamento
A y su historia emotiva vivirás.


A Con ímpetu alta voz escucharás,
B una ansiedad; un sueño; el gran momento.
B Inicio, clímax, desenlace: un cuento
A de unidad narrativa escribirás.


C No será inútil y tampoco vano
D si sumo interés despiertas a quien leas
C lo escrito por tu espíritu y la mano.


D Pues con ingenio redactas y planeas
C todo argumento que parece insano
D expresando tus magníficas ideas.

Irma Judith Camacho Cortés. 05 – 04 – 2011

TAREA 12. NARRACIÓN DE TEMA LIBRE. EN UNA CUARTILLA.
PURAS ESCENAS ALTAS. (SÍ PUEDE TENER IMÁGENES Y METÁFORAS.)
Fue un día del mes Patrio, plácido como infeliz, cuando Sara dijo: “no sé por qué me rechaza, desde que sucedió aquello.” Sin esperar mi respuesta y como si hablara con ella misma, agregó: “no cabe duda que soy guapa, la más linda del barrio que hoy irá al zócalo para escuchar El Grito.” Canturreando se daba vueltas frente al espejo de su ropero. Observé la sucia luna y vi reflejada la imagen de una mujer joven, de armoniosas formas, con cabello castaño alborotado a la moda y que podía afear a cualquiera; pero a ella la hacía lucir más hermosa y provocativa. Siempre, pero más ahora la he envidiado porque tiene buen cuerpo, cintura breve y torneadas piernas, una mujer perfecta, en cambio yo..., si me maquillara igual que ella, me vería tan fea como un triste payaso. Sin embargo, Sara no era feliz. Esa misma tarde llegó su padrastro borracho y al verla tan arreglada y lista para salir, empezó a insultarla diciéndole que se veía como una mujer de la calle. “Esa cara bonita que tienes no necesita tanta pintura. Lávatela”, le ordenó. “Tú no eres mi padre”, le gritó. Él enfurecido le dio una fuerte cachetada. Sara perdió el equilibrio y se cayó golpeándose la cabeza con el quicio de la puerta. Luego comenzó a patearla. Yo estaba sintiendo gusto por el maltrato que recibía; pero cuando la vi sangrando de la cara me asusté y empujé al borracho. “Tú no te metas”, me dijo iracundo y me aventó la botella en la cara, lastimándome la nariz. Empecé a sangrar de manera abundante. En ese momento llegó Doña Cata, la mamá de Sara y al ver la escena se imaginó lo peor, ante el maltrato de su marido hacia las dos. Colérica le gritó que se fuera. Le dijo: “mantenido; mal hombre; desgraciado; hijo de la mala vida, lárgate de mi casa.” Lo amenazó con el palo de una escoba que agarró desesperada. El padrastro de Sara se quedó mirándola con ojos vidriosos, llenos de cólera y escupiéndole la cara le dijo: “No me asustas Catalina. Tú y Sara como esa hija de la tostada, se van a ir al demonio.” Se fue a la cocina y tomó el cuchillo. En ese momento salí corriendo a pedir ayuda a los vecinos. El novio de Sara y su hermano me oyeron. Volvimos cuando el marido la estaba golpeando y la asustaba con el puñal. Mientras Sara aún permanecía sin conocimiento, los hermanos atraparon al padrastro, desarmándolo. En ese momento llegó la patrulla, que había llamado su comadre porque escuchó los gritos de Catita y del borracho. Se llevaron preso al padrastro y nosotras asustadas, llamamos una ambulancia para llevar a Sara al hospital. Su novio Carlos se fue con nosotras. Supo que ella estaba embarazada y se alejó. Esa fue nuestra noche del “Grito”. Ahora, Sara tiene herida su cara y yo la nariz rota, somos feas y muy tristes las dos.
Irma Judith Camacho Cortés. 06 – 04 – 2011.

Tarea 7 a 10 del 28 de Marzo 2011

TAREA 7. EL PERSONAJE CONTRA SU DESTINO.
(EJERCICIO DE ÉPICA. CONFLICTO DRAMÁTICO.)

Por la noche sonaron doce campanadas en el reloj de la iglesia. En el sótano de la misma se escucha el chirriar de un ataúd que se abre, de pronto sale un hombre vestido con una capa y se dirige a buscar seres humanos para alimentarse. Se esconde en una de las casas que escogió para su objetivo: espiar al vecino, que sabe hace tiempo lo vigila sospechando de él.
Con sigilo camina por la calle, buscando la oportunidad de introducirse en la vivienda por la parte trasera y de pronto se tropieza con un perro que intenta seguirlo, él no lo permite porque este animal lo conoce.
Todo esta tranquilo y en silencio. Las sombras de las nubes sobre la luz de la luna ocultan el caminar del hombre. Nada se mueve y cuando esta oscuridad se presenta, él se encuentra ya muy cerca de la casa. Comprende que es el momento de entrar en acción. Sube por la escalera de emergencia y llega a la azotea de la casa adjunta. Cuando siente que nadie lo ve, se prepara para dar el salto mortal hacia la ventana de enfrente, que siempre ha visto abierta. Retrocede, toma el impulso necesario y salta, resbala sobre el pico de un cristal roto y cae justo en la trampa de estacas colocadas a propósito para matarlo. Se escucha el grito que despierta al vecindario.
El culpable acude a comprobar que el sospechoso de las muertes continuas en su comunidad, ha dejado de existir y al confirmarlo sale huyendo para que no lo involucren en el accidente.
En cuestión de minutos arribó al sitio del crimen la tripulación de la unidad policíaca 6046, para tomar conocimiento de los hechos y en la casa únicamente encontraron el cadáver de quien en vida llevó el nombre de Satiel Meneses González, de 25 años de edad, sacristán de la parroquia a quien apodaban “El Conde”, porque le gustaba vestirse con un atuendo del siglo pasado. Sin embargo, a pesar de la oportuna respuesta de los médicos de rescate y urgencias, Meneses González, ya había fallecido como consecuencia de las cinco heridas, que le causaron las estacas en el centro de su cuerpo y que lastimaron sus órganos vitales.
Sin poder evitar la curiosidad, el causante del crimen regresa al lugar de los hechos. Es sorprendido por los vigilantes y aprehendido de inmediato. Explica ser el dueño de la casa, afirmando que acaba de llegar de una fiesta. Sin embargo, los latidos de su corazón lo traicionan y termina confesando que Satiel “El Conde”, era un vampiro y que él sería su próxima víctima.
Irma Judith Camacho Cortés. 29 – 03 – 11



TAREA 8. EL PERSONAJE CONTRA LA SOCIEDAD.
(EJERCICIO DE ÉPICA. CONFLICTO DRAMÁTICO.)

La luz de un foco ilumina la mesa de trabajo. Tres personas, dos hombres y una mujer discuten sobre la necesidad de obtener los recursos económicos necesarios y el apoyo para la lucha por sus justas demandas ante las autoridades. El líder propone labores de convencimiento para hacer que todos sus compañeros participen, asegurándoles que así lograrán sus propósitos.
En la habitación donde se encuentran se observa un escritorio lleno de folletos, cartulinas, papeles y oficios. Sobre el piso, varios volantes de diversos tamaños. En una esquina pinturas y mantas enrolladas, donde pueden apreciarse palabras de protesta con diferentes colores. La mujer habla en voz baja y les pide que hagan lo mismo para discutir las estrategias del plan: reivindicar al magisterio y al mismo tiempo lograr ellos mejores puestos dentro de la organización sindical.
El hombre de más experiencia propone que se lleve a cabo el segundo plan de acción, después de la marcha magisterial planeada para el día del trabajo. El joven se opone y manifiesta no estar de acuerdo porque se corre el riesgo de que los descubran y siente que no hay necesidad de apresurarse, porque está seguro que a través del convencimiento, lograrán el control de la base, refiriéndose a los profesores de todas las escuelas del estado.
El que peina canas insiste y su voz se escucha más grave cuando les dice, que de sobra saben que no se puede contar con los que apoyan a la Maestra Godínez. La mujer se altera por la torpeza de sus compañeros para decidir sobre el mejor plan. Opina de manera enérgica que el movimiento de lucha contra el SNTE y el Gobierno, necesita de un golpe que despierte al magisterio. Propone el sacrificio de su compañero representante de los maestros disidentes, invitado por los funcionarios del Gobierno del Estado, para tomar acuerdos en beneficio de los profesores. Asamblea que se realiza sólo para evitar la huelga magisterial que han anunciado. Alguien tiene que inmortalizarse para despertar el deseo de combate de los compañeros, que no quieren participar en la lucha por mejores salarios y prestaciones económicas, expresó. De esta manera ellos actuarán decididamente y así nuestras acciones serán más efectivas, agregó la mujer. El de la barba canosa comenta que el plan debe estructurarse de tal manera que se mencione a los dirigentes del SNTE y al Gobierno, como culpables del asesinato del profesor que los representa. Al día siguiente en la manifestación, entre mantas y gritos de protesta de los que desfilan, se escuchan tres balazos.
Irma Judith Camacho Cortés. 30 – 03 – 2011



TAREA 9. PERSONAJE CONTRA PERSONAJE.
(EJERCICIO DE ÉPICA. CONFLICTO DRAMÁTICO.)
Era inútil convencer a mi madre de que mi padrastro no me entendía y además me presionaba con sus órdenes de general, por esto decidí irme de casa. Antes le escribí una carta explicándole el motivo de mi viaje. En el momento en que terminé de escribirla, se abrió la puerta de mi recámara y entró mi padrastro obligándome a escucharle como lo hacía en el ejército con sus subalternos.
Después de una serie de calificativos para insultarme, me comunicó su decisión de que debía ir al ejército para mejorar, según él, mi conducta. Con toda calma le di las gracias por la oportunidad de estudiar en ese lugar donde él trabajaba y le aseguré que mi vocación era otra. Ser actor. Se burló cuando dije esto y me contestó indignado que yo era un vago jugando a ser artista y se avergonzaba de mí. Ser actor no es una vergüenza, le contesté indignado. El género cómico me atrae y la gente se divierte con mis actuaciones en los parques. Además yo lo traigo en la sangre pues mi padre fue un gran actor de teatro. Es el colmo que seas un ocioso más en las calles, gritó sin hacerme caso cuando le hablé de mi padre. Esto se acabó, dijo enfurecido, y agregó que como no había cumplido la mayoría de edad, tenía que obedecer sus órdenes.
Esa misma noche, después de meter la carta en el sobre y dejarla sobre la almohada, preparé mi maleta con lo indispensable y guardé en ella la foto de mis padres que tenía siempre en mi mesa. Me encaminé a la puerta de salida, cuando de pronto al abrirla me encontré a mi padrastro de frente para volverme a insultar por desagradecido, al querer escaparme de la casa sin su consentimiento. Decidido a irme lo empujé y él me golpeó tan fuerte que perdí el equilibrio y caí. Al ver que la sangre de la nariz manchaba mi ropa, se despertó toda la furia que por años llevaba dentro y empecé a golpearlo con todas mis fuerzas, lo derribé y él seguía insultándome con sus palabrotas de general. Al escuchar la discusión llegó mi madre, quien naturalmente lo defendió a él, pidiéndome que lo respetara, pues ahora era mi padre y tenía el deber de obedecerlo en todo.
Al verla llorar me calmé, pero mi padrastro no, empujó a mi madre sin escucharla. Eso me indignó otra vez y volví a golpearlo hasta que cayó. Sin poder contener su furia él sacó la pistola y antes de que me disparara, mi madre se interpuso y el balazo fue para ella. Quiso volver a disparar hacia mí y usando la maleta le volé la pistola. La recogí y sin pensarlo le disparé hasta cansarme...
Al llegar al reclusorio un muchacho me dijo que estaba seguro de haber visto mi cara en otra parte y yo le contesté que era imposible, pues siempre la había llevado en el mismo sitio.
Irma Judith Camacho Cortés. 01- 04 –2011



TAREA 10. EL PERSONAJE CONTRA SÍ MISMO.
( EJERCICIO DE ÉPICA. CONFLICTO DRAMÁTICO.)
Omar Gil, regresaba feliz del viaje dos días antes de lo planeado. Iba a darle una sorpresa a su esposa y se dirigió con sigilo a su recámara deseando despertar a Julia con un beso; pero en ese momento se dio cuenta de que estaba acompañada por un sujeto, que no pudo ver porque la penumbra rodeaba el ambiente. Se encolerizó, sacó la pistola que siempre llevaba en sus viajes y tomando un cojín para amortiguar el sonido, disparó primero al hombre y luego a su mujer.
Consumado el homicidio, se dispuso a escapar, cogió la maleta y al dirigirse a la salida, entró Julia, que al verlo se admiró y le dijo que había ido a la primera misa para orar por él, con el fin de que regresara al hogar sin contratiempos. Él se quedó inmóvil por la aparición de su amada. Ella le cuenta, que sus padres duermen en su alcoba porque han venido a visitarlos y como llegaron de madrugada, les ofreció su recámara.
Dándose cuenta del error que había cometido y el crimen de matar a sus padres, al confesarlo a Julia, ésta no podía creerlo. Él le explicaba que pensó que ella lo traicionaba. Incrédula la mujer corrió al dormitorio. Él la siguió y al abrir las puertas del ventanal, comprobó que su padre había muerto y que su madre agonizaba. Fue un error decía él llorando, no Omar, le contestó ella, esto es un crimen, gritó, lo sabes muy bien. Sólo me quedan tres caminos, pensó Omar. Entregarme a las autoridades, huir del país o por la puerta falsa. No, yo nunca me suicidaré, de eso estoy seguro, mi dolor será el mejor castigo a mi imprudencia. Tomó su equipaje y sin escuchar a Julia salió precipitadamente directo al aeropuerto. Compró su boleto para el próximo vuelo sin interesarle el destino del avión, quería salir del país rápido y lo hizo con seguridad, porque en su valija tenía el pasaporte y suficiente dinero, producto de las ventas anuales de la Compañía Exportadora donde trabajaba.
A bordo del avión se culpó mil veces a sí mismo por ser tan impulsivo y celoso, pero sobretodo por detenerse en el bar a tomar unas copas, antes de irse a su casa. Vuelve a la realidad cuando escucha a la azafata decir “Hemos llegado... que disfruten de su estancia en la Capital Mundial de la Diversión”. Descendió del avión y se dirigió en auto al primer hotel que le mencionó el taxista. Cuando decide radicar en las Vegas, renta un departamento y vive ahí varios meses como sonámbulo, dedicándose a beber más de lo que acostumbraba y a perder en los juegos y en las mujeres todo el dinero que tenía, menos la pistola que aún conservaba. Una noche al jugar con ella, ésta se dispara y le causa la muerte, que inconscientemente él deseaba. Irma Judith Camacho Cortés.02-04-11.