SE MURIÓ DIOS
Estaba con mi QH (Querido Hermano) su nombre para efectos legales y civiles es: José Omar Donaciano García Martínez, hemos sido amigos, compañeros y hermanos fraternizados por las iniciaciones de cada uno los dos en los Misterios de aquella vetusta y gran cofradía secreta donde se construye a cal y a canto el espíritu, esta amistad data de hace más de tres lustros completos y es él, el un único correligionario que me queda de mis años de beber excesivo, para fortuna suya corrigió la urgencia de su dieta de bebidas espirituosas. Yo a ese respecto, abstemio recalcitrante desde hace más de diez años y más me vale.
Me preguntó mi QH ¿Oye hermano, y en que terminó tu lectura de “El Evangelio según Jesucristo” de José Saramago? Mi respuesta contundente. Tiene razón Federico Nietzsche en su Zaratustra, dios se murió. ¡Ah cabrón! - dijo mi QH - ¿Y cómo está eso, es muy fuerte esa aseveración, no crees? No, no lo creo…
He leído años y años sobre la religión, a cerca de Dios, también de otros dioses, he leído de Rosacruces, de Templarios, sobre todo el Judaísmo, de la Cristiandad y por supuesto del Catolicismo y sus infaustas Cruzadas y su hermosa y sanguinaria Sacro Santa Inquisición. Es espeluznante observar la iniquidad y perniciosa perversión con la que los supuestos exégetas y conocedores de las leyes bíblicas, los rabinos ortodoxos del judaísmo y demás comentaristas y glosadores de las más crípticas escrituras dogmáticas de la fe y la filialidad a un Ser Superior…
Mis resultados son, en efecto: confusiones, deserciones internas y algunas externas, sólo que siempre llevo conmigo esta insaciable necesidad intrínseca e intestina de buscar, de explorar ¿El resultado? Seguridad y certeza en mi propia creencia, en mi certidumbre mítica como la llaman algunos antropólogos.
Es por ello que te digo QH Oma, que parafraseando otra vez a Zaratustra de Frederick Nietzsche, “dios se murió” cuando menos así lo es para mí.
Omar me cuestionó: ¿A ver QH Carlos explícame como llegaste a esta conclusión? Mira quachesito, estoy enterado por diversas y excéntricas lecturas de algunos extravagantes autores, incluyendo las biblias tanto las católicas (censuradas por supuesto por el CELAM que es la Confederación Episcopal Latinoamericana) Como por las protestantes, traducidas por las Sociedades Bíblicas Unidas, mismas que se pronuncian apacentar a las ovejas de dios en ciento ochenta países. Y de las incógnitas más estrambóticas e insólitas que me cuestiono con constancia es: ¿Qué pasa, cual es el plan de Dios pero en serio, hablo del Dios de verdad, que hacemos aquí los seres humanos, para que tantas confusiones o como dicen los antiguos, pa´qué tanto brinco si está tan parejo el piso? Es decir, por ejemplo, poco se menciona sobre las tentaciones de Jesús en los cuarenta días y cuarenta noches en el desierto y como lo aborda el diablo además del mismo Dios, como se defiende Jesús de estos supuestos atentados del malo a su integridad y fidelidad a Dios. Es verdad que este evento lo plantean los cuatro evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sin embargo en los cuatros libros son escasas las letras que le proporcionan a este mayúsculo evento, esto te puedo conversar acerca de mis conclusiones de este pasaje de las Sagradas Escrituras adjetivo con el que designan a la Biblia. Al parecer se puede pensar que en el momento que Jesús se hubo retirado al desierto los cuarenta días y las cuarenta noches sin ningún alimento como lo escribe San Juan, me parece que hubiera fallecido antes de cumplir ese sacrificio, pero en fin de esto está llena la biblia, de afrentas a la inteligencia de el más sencillo de los hijos de Dios y por si fuera poco en la crucifixión de Jesús se muestra la finita humanidad de el mismo hebreo cuando muere demasiado pronto y no como la mayoría de los hombres crucificados a quienes incluso habían de fracturarles ambas tibias y peronés para que así pudieran asfixiarse y acelerar su deceso, otra vez en fin… llena está la escritura de este tipo argucias, mismas que no me cansaré de denunciar. Bueno, pues mira, dice Saramago en su evangelio como él mismo lo llama, que Jesús siendo un pescador en el sagrado río Jordán sube a una barca y navega sin rumbo, al tiempo que se produce una impenetrable bruma, pasado un tiempo cuando al Mesías se le aclaran las vistas y se encuentra con la persona de dios en la proa de la barca, Jesús se halla en medio de la nao y el diablo en la proa, se encuentran los tres reunidos en la balsa, es en ese momento cuando el propio Jesús le cuestiona a dios ¿Qué para que lo necesita? Ante esta pregunta el dios de los ejércitos, el dios de Abraham, el dios de Moisés… en un tono de suave molestia, mira a Jesús quizá con una poca de compasión como la de un padre a su pequeño vástago travieso y le responde con algunas evasivas, situación que al hijo no satisface y él lo vuelve a increpar con insurgente actitud de hijo rebelde ligero, ¿Padre, para que me necesitas, cual es tu plan? Ni dios mismo con todo su poder, con el mismo que abrió el mar rojo, con la superlativa potestad destructiva con la que destruyó a Sodoma y a Gomorra, logra desviar la pregunta y responde más o menos lo siguiente: Mira, yo soy el dios verdadero, el único, el omnipotente, el omnisciente y no estoy de acuerdo en que sólo un pueblo tan pequeño como es Israel, me adore y me haga ofrendas y sacrificios; quiero que todo el mundo se enteré de mí y me rindan pleitesía y majestad.
Jesús escucha atento este deseo del dios verdadero, del dios de la Biblia y le refuta: ¿Bueno y para qué servirá mi persona en tu plan? Ve, le plantea el padre eterno y dios de los ejércitos, vais a morir de una manera estentórea, cruel y sin precedente, esto con la firme intención de generar un gran mártir y así pueda dar nacimiento una religión que se habrá de llamar por si misma y por su egoísmo contumaz, católica pues será universal.
¿Y que más? - interroga Jesús - bueno, pues de los doce hombres que habrás de iniciar y convertir en tus prosélitos para que hagan el apostolado de pregonar la buena nueva, la natividad de esta inexperta religión cristiana, misma que involucionará en el catolicismo y que habrá de salvar a sus nuevos adeptos del pecado original, ellos también serán muertos: Simón, al que nombrarás Pedro, hijo de Zebedeo lo crucificaran de cabeza, este que por cierto es el mismo que te negará en tres ocasiones y que cuando le informes que lo hará, jurará que nunca urdiría algo tan ruin como ello, después a otro lo desmembrarán a cargo de cuatro bestias, de Iscariote no os preocupéis él solo habrá de hacerse justicia pendiéndose de un sicómoro adulto para que lo sostenga y no falle en su labor autohomicida. De los doce que habéis elegido sólo dos morirán de muerte natural.
El mesías, estupefacto por lo que habría de acontecer le consulta a dios ¿Y qué más, habrá otras muertes, más ignominia, más podredumbre? A lo que el dios de los ejércitos, el dios del éxodo, el mismo que mandó a morir a los primogénitos de los egipcios incluyendo al heredero de Faraón, por que este no permitía que el consentido y elegido pueblo de Israel saliera de la servidumbre en que los mantenía Egipto, ese mismo dios, le informa a Jesús. Bueno, habrá algunos eventos más, quizá un poco… digamos, ligeramente crueles e inhumanos, pero bueno, es parte del plan… entonces le anuncia las cruzadas, las guerras que los católicos comandados por los ejércitos pontificios y acaudillados por el que entonces será el Papa, director y general de la ya superpoderosa y Sacro Santísima Iglesia Católica Apostólica y Romana, la que en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo guerrearán por poseer los territorios santos (mismos que a la fecha siguen en beligerancia, esto ocurre quizá por la loca idea del aquel dios que anda entregando tierras que ya tenían ocupantes o dueños) Jesús en un arrebato del temperamento le reclama a dios ¿Y para qué tanto dolor, tantas muertes, tantos medidas de sangre derramadas sobre la faz de la tierra? Dios no le contesta, sólo se concreta a mirarlo… Jesús en otro arrebato muy humano y en desacuerdo con este plan de dios tan macabro y digno del dictador menos misericordioso, “deserta” y le increpa al dios que maldijo a toda la humanidad por el pecado de Eva y luego el de Adán, a ese mismo dios, Jesús le renuncia, le manifiesta: ¿Sabes? Después de conocer todo esto, la verdad es que ya no quiero ser el cordero de dios, la respuesta del creador es contundente: Ya no es tiempo de arrepentimientos, tú habrás de ser el cordero que se inmolará con la intención de que renovemos la alianza entre los hombres y su dios.
Jesús está destrozado por sentirse engañado y utilizado. Preso de un ánimo abundante y de pestífero dolor, se refiere a ese todopoderoso con este cuestionamiento ¿Esto será todo, con esto termina tu maravilloso plan? El dios bíblico, el dios que llenó de maldiciones a Job sólo para hacer una demostración soberbia de obediencia, sin explicación fundamentada en el amor, en el altercado que tuvo con el diablo, él, ese mismo dios trata de esquivar la pregunta diciéndole a Jesús que: Todavía había algunas cosas más pero que… eso lo tratarían en una ocasión más adelante… Jesús totalmente descompuesto lo confronta y le insiste que le terminé de hablar sobre lo que acontecerá bajo su magnífico plan. Ante la insistencia del unigénito, del hijo bien amado, este omnisciente y omnisapiente dios le menciona sobre la Sacro Santa Inquisición, e incluso de las muertes que se suscitarán en el nuevo continente, mismo que hombres de la fe católica habrían de descubrir, y le hace su conocimiento los millones de hombres naturales de esas tierras por conocerse que habrán de perecer también en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo.
Es en esto momento crucial de la conversación cuando inesperadamente se escucha la voz del diablo referirse a dios mismo. Señor dios, por favor necesito decirte algo, dios voltea y le propina una mirada de desconcierto, de molestia y mostrando desagrado le pregunta ¿Qué quieres? El diablo le dice: te quiero hacer una propuesta… dios entorna los ojos que lo han visto todo, entorna la mirada y le pregunta ¿Tú que me podrías proponer? El Diablo espera un poco, e inhala todo el aire que puede para llenar sus celestiales pulmones, pues no hay que olvidar que este mismo dios fue el que creo a este ángel que equivocó el camino y acaudillo una revolución divina de la misma que salió tan mal librado que calló del cielo al fondo de los infiernos donde ahora él es tan poderoso como el mismo dios de los ejércitos. El diablo no se atreve del todo hacerle la propuesta a dios hasta que el mismo creador del cielo y de la tierra lo amonesta, ¿Cuál es tu propuesta? Timorato Luzbel como se llamaba el diablo en sus tiempos de ángel bueno se envalentona y pronuncia estas palabras: PERDÓNAME, ¿Sabes? Ahora que he escuchado todo lo que va a ocurrir con tu plan, me agobio de tanto dolor y de tanto martirio, así que por favor PERDÓNAME y de esta manera nos eximimos y les exoneramos a todos lo que si este plan tuyo continúa habrán de morir y sufrir las inclemencias del mismo.
El dios de los ejércitos, el mismo que también creo el Apocalipsis para que hasta el final de los tiempos sus creaturas sufran las consecuencias de sus malos procederes, molesto en grado sumo e inconmensurable, responde con un irreflexivo e irremediable NO, NO TE PERDONO.
Con esto concluyo QH Oma, así es como de esta u otra manera el gran dios Yahvé como él mismo se autonombra en la Biblia, se ha muerto. Hoy me doy cuenta que toda esta tradición judeo cristiano católica es la patraña más grande y enorme que persigue un sólo fin, el de que unos o sea la élite administrativa y organizacional, desde el Papa hasta el más sencillo de los prelados, vicarios o curas, mantengan asustados y esperanzados no en esta vida sino en la otra, a sus súbditos a los cuales reitero los mantienen aterrorizados con los viejos trucos retóricos de que dios te va a castigar si no sigues equis o ye normas. Mi credo hoy por la gracia del DIOS verdadero, el sin nombre, el absoluto, el que ama sin medida y sin condiciones, es mi fe, es mi vida, soy yo. Él dentro de mí y yo dentro de Él.
QH, hoy me siento libre, me siento más cristiano por que la ética y enseñanza del Maestro Jesús es una sin igual muestra de amor y de armonía. Por ellos me quedo con lo que para mí es el mensaje de Jesús, un mensaje de verdadero humanismo, de verdadera comunión, donde todos los seres humanos cabemos.
1.- AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.
Mi interpretación es: con sólo tratar de entender lo que esto significa es suficiente, mi Dios es comprensivo y sabe de mis alcances y en el lo que me empantano, soy tan afortunado que como yo sea el me ama, me comprende y no me reprende y por esta misma razón que le tengo una fidelidad absoluta. Y no a ningún hombre, religión, asociación, cofradía o similares. Y así moriré.
2.- AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO.
Antes de dar comienzo a este amor foráneo me manda a darme todo aquello que me negaron los exégetas ficticios y apócrifos, y proveerme de atenciones, caricias y cariños máximos, liberarme de los cilicios corruptos y de dolores varios, como la culpa de la iniciativa de “sin dolor no hay florecimiento”, de las patrañas del infierno intestino de las apócrifas escrituras todas, me manda que pacificarme y adentrarme en mismo y a percibirme también a mí mismo como la esencia de ÉL, no ajeno al Dios verdadero, al sin nombre, al ciertamente impronunciable y no por que ello se críptico como todos los misterios bíblicos, sino por que es tan bello, tan hermoso e inconmensurablemente bondadoso que ni siquiera un nombre necesita, ÉL ES, EL QUE ES, el eterno, no es ni será, siempre ha sido. Me invita a no lastimarme más con nada y después de este ejercicio, amar, respetar y convivir con los demás en la medida de la capacidad de cada uno ÉL que es el Dios verdadero, que no es miope, ni mediano es sus apreciaciones dará cuenta de los esfuerzos personales sin amonestaciones, sin viajes gratis y sin regreso a los infiernos, sólo ÉL sabrá como amarme o amarnos sin medida sin condiciones.
Es cuanto compañeros.
Carlos López Carmen Gracias por sus comentarios a:
columnarebelde@hotmail.com
23 de febrero de 2009
6.52 PM Y al Cel. 22 21 01 07 06
Estaba con mi QH (Querido Hermano) su nombre para efectos legales y civiles es: José Omar Donaciano García Martínez, hemos sido amigos, compañeros y hermanos fraternizados por las iniciaciones de cada uno los dos en los Misterios de aquella vetusta y gran cofradía secreta donde se construye a cal y a canto el espíritu, esta amistad data de hace más de tres lustros completos y es él, el un único correligionario que me queda de mis años de beber excesivo, para fortuna suya corrigió la urgencia de su dieta de bebidas espirituosas. Yo a ese respecto, abstemio recalcitrante desde hace más de diez años y más me vale.
Me preguntó mi QH ¿Oye hermano, y en que terminó tu lectura de “El Evangelio según Jesucristo” de José Saramago? Mi respuesta contundente. Tiene razón Federico Nietzsche en su Zaratustra, dios se murió. ¡Ah cabrón! - dijo mi QH - ¿Y cómo está eso, es muy fuerte esa aseveración, no crees? No, no lo creo…
He leído años y años sobre la religión, a cerca de Dios, también de otros dioses, he leído de Rosacruces, de Templarios, sobre todo el Judaísmo, de la Cristiandad y por supuesto del Catolicismo y sus infaustas Cruzadas y su hermosa y sanguinaria Sacro Santa Inquisición. Es espeluznante observar la iniquidad y perniciosa perversión con la que los supuestos exégetas y conocedores de las leyes bíblicas, los rabinos ortodoxos del judaísmo y demás comentaristas y glosadores de las más crípticas escrituras dogmáticas de la fe y la filialidad a un Ser Superior…
Mis resultados son, en efecto: confusiones, deserciones internas y algunas externas, sólo que siempre llevo conmigo esta insaciable necesidad intrínseca e intestina de buscar, de explorar ¿El resultado? Seguridad y certeza en mi propia creencia, en mi certidumbre mítica como la llaman algunos antropólogos.
Es por ello que te digo QH Oma, que parafraseando otra vez a Zaratustra de Frederick Nietzsche, “dios se murió” cuando menos así lo es para mí.
Omar me cuestionó: ¿A ver QH Carlos explícame como llegaste a esta conclusión? Mira quachesito, estoy enterado por diversas y excéntricas lecturas de algunos extravagantes autores, incluyendo las biblias tanto las católicas (censuradas por supuesto por el CELAM que es la Confederación Episcopal Latinoamericana) Como por las protestantes, traducidas por las Sociedades Bíblicas Unidas, mismas que se pronuncian apacentar a las ovejas de dios en ciento ochenta países. Y de las incógnitas más estrambóticas e insólitas que me cuestiono con constancia es: ¿Qué pasa, cual es el plan de Dios pero en serio, hablo del Dios de verdad, que hacemos aquí los seres humanos, para que tantas confusiones o como dicen los antiguos, pa´qué tanto brinco si está tan parejo el piso? Es decir, por ejemplo, poco se menciona sobre las tentaciones de Jesús en los cuarenta días y cuarenta noches en el desierto y como lo aborda el diablo además del mismo Dios, como se defiende Jesús de estos supuestos atentados del malo a su integridad y fidelidad a Dios. Es verdad que este evento lo plantean los cuatro evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sin embargo en los cuatros libros son escasas las letras que le proporcionan a este mayúsculo evento, esto te puedo conversar acerca de mis conclusiones de este pasaje de las Sagradas Escrituras adjetivo con el que designan a la Biblia. Al parecer se puede pensar que en el momento que Jesús se hubo retirado al desierto los cuarenta días y las cuarenta noches sin ningún alimento como lo escribe San Juan, me parece que hubiera fallecido antes de cumplir ese sacrificio, pero en fin de esto está llena la biblia, de afrentas a la inteligencia de el más sencillo de los hijos de Dios y por si fuera poco en la crucifixión de Jesús se muestra la finita humanidad de el mismo hebreo cuando muere demasiado pronto y no como la mayoría de los hombres crucificados a quienes incluso habían de fracturarles ambas tibias y peronés para que así pudieran asfixiarse y acelerar su deceso, otra vez en fin… llena está la escritura de este tipo argucias, mismas que no me cansaré de denunciar. Bueno, pues mira, dice Saramago en su evangelio como él mismo lo llama, que Jesús siendo un pescador en el sagrado río Jordán sube a una barca y navega sin rumbo, al tiempo que se produce una impenetrable bruma, pasado un tiempo cuando al Mesías se le aclaran las vistas y se encuentra con la persona de dios en la proa de la barca, Jesús se halla en medio de la nao y el diablo en la proa, se encuentran los tres reunidos en la balsa, es en ese momento cuando el propio Jesús le cuestiona a dios ¿Qué para que lo necesita? Ante esta pregunta el dios de los ejércitos, el dios de Abraham, el dios de Moisés… en un tono de suave molestia, mira a Jesús quizá con una poca de compasión como la de un padre a su pequeño vástago travieso y le responde con algunas evasivas, situación que al hijo no satisface y él lo vuelve a increpar con insurgente actitud de hijo rebelde ligero, ¿Padre, para que me necesitas, cual es tu plan? Ni dios mismo con todo su poder, con el mismo que abrió el mar rojo, con la superlativa potestad destructiva con la que destruyó a Sodoma y a Gomorra, logra desviar la pregunta y responde más o menos lo siguiente: Mira, yo soy el dios verdadero, el único, el omnipotente, el omnisciente y no estoy de acuerdo en que sólo un pueblo tan pequeño como es Israel, me adore y me haga ofrendas y sacrificios; quiero que todo el mundo se enteré de mí y me rindan pleitesía y majestad.
Jesús escucha atento este deseo del dios verdadero, del dios de la Biblia y le refuta: ¿Bueno y para qué servirá mi persona en tu plan? Ve, le plantea el padre eterno y dios de los ejércitos, vais a morir de una manera estentórea, cruel y sin precedente, esto con la firme intención de generar un gran mártir y así pueda dar nacimiento una religión que se habrá de llamar por si misma y por su egoísmo contumaz, católica pues será universal.
¿Y que más? - interroga Jesús - bueno, pues de los doce hombres que habrás de iniciar y convertir en tus prosélitos para que hagan el apostolado de pregonar la buena nueva, la natividad de esta inexperta religión cristiana, misma que involucionará en el catolicismo y que habrá de salvar a sus nuevos adeptos del pecado original, ellos también serán muertos: Simón, al que nombrarás Pedro, hijo de Zebedeo lo crucificaran de cabeza, este que por cierto es el mismo que te negará en tres ocasiones y que cuando le informes que lo hará, jurará que nunca urdiría algo tan ruin como ello, después a otro lo desmembrarán a cargo de cuatro bestias, de Iscariote no os preocupéis él solo habrá de hacerse justicia pendiéndose de un sicómoro adulto para que lo sostenga y no falle en su labor autohomicida. De los doce que habéis elegido sólo dos morirán de muerte natural.
El mesías, estupefacto por lo que habría de acontecer le consulta a dios ¿Y qué más, habrá otras muertes, más ignominia, más podredumbre? A lo que el dios de los ejércitos, el dios del éxodo, el mismo que mandó a morir a los primogénitos de los egipcios incluyendo al heredero de Faraón, por que este no permitía que el consentido y elegido pueblo de Israel saliera de la servidumbre en que los mantenía Egipto, ese mismo dios, le informa a Jesús. Bueno, habrá algunos eventos más, quizá un poco… digamos, ligeramente crueles e inhumanos, pero bueno, es parte del plan… entonces le anuncia las cruzadas, las guerras que los católicos comandados por los ejércitos pontificios y acaudillados por el que entonces será el Papa, director y general de la ya superpoderosa y Sacro Santísima Iglesia Católica Apostólica y Romana, la que en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo guerrearán por poseer los territorios santos (mismos que a la fecha siguen en beligerancia, esto ocurre quizá por la loca idea del aquel dios que anda entregando tierras que ya tenían ocupantes o dueños) Jesús en un arrebato del temperamento le reclama a dios ¿Y para qué tanto dolor, tantas muertes, tantos medidas de sangre derramadas sobre la faz de la tierra? Dios no le contesta, sólo se concreta a mirarlo… Jesús en otro arrebato muy humano y en desacuerdo con este plan de dios tan macabro y digno del dictador menos misericordioso, “deserta” y le increpa al dios que maldijo a toda la humanidad por el pecado de Eva y luego el de Adán, a ese mismo dios, Jesús le renuncia, le manifiesta: ¿Sabes? Después de conocer todo esto, la verdad es que ya no quiero ser el cordero de dios, la respuesta del creador es contundente: Ya no es tiempo de arrepentimientos, tú habrás de ser el cordero que se inmolará con la intención de que renovemos la alianza entre los hombres y su dios.
Jesús está destrozado por sentirse engañado y utilizado. Preso de un ánimo abundante y de pestífero dolor, se refiere a ese todopoderoso con este cuestionamiento ¿Esto será todo, con esto termina tu maravilloso plan? El dios bíblico, el dios que llenó de maldiciones a Job sólo para hacer una demostración soberbia de obediencia, sin explicación fundamentada en el amor, en el altercado que tuvo con el diablo, él, ese mismo dios trata de esquivar la pregunta diciéndole a Jesús que: Todavía había algunas cosas más pero que… eso lo tratarían en una ocasión más adelante… Jesús totalmente descompuesto lo confronta y le insiste que le terminé de hablar sobre lo que acontecerá bajo su magnífico plan. Ante la insistencia del unigénito, del hijo bien amado, este omnisciente y omnisapiente dios le menciona sobre la Sacro Santa Inquisición, e incluso de las muertes que se suscitarán en el nuevo continente, mismo que hombres de la fe católica habrían de descubrir, y le hace su conocimiento los millones de hombres naturales de esas tierras por conocerse que habrán de perecer también en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo.
Es en esto momento crucial de la conversación cuando inesperadamente se escucha la voz del diablo referirse a dios mismo. Señor dios, por favor necesito decirte algo, dios voltea y le propina una mirada de desconcierto, de molestia y mostrando desagrado le pregunta ¿Qué quieres? El diablo le dice: te quiero hacer una propuesta… dios entorna los ojos que lo han visto todo, entorna la mirada y le pregunta ¿Tú que me podrías proponer? El Diablo espera un poco, e inhala todo el aire que puede para llenar sus celestiales pulmones, pues no hay que olvidar que este mismo dios fue el que creo a este ángel que equivocó el camino y acaudillo una revolución divina de la misma que salió tan mal librado que calló del cielo al fondo de los infiernos donde ahora él es tan poderoso como el mismo dios de los ejércitos. El diablo no se atreve del todo hacerle la propuesta a dios hasta que el mismo creador del cielo y de la tierra lo amonesta, ¿Cuál es tu propuesta? Timorato Luzbel como se llamaba el diablo en sus tiempos de ángel bueno se envalentona y pronuncia estas palabras: PERDÓNAME, ¿Sabes? Ahora que he escuchado todo lo que va a ocurrir con tu plan, me agobio de tanto dolor y de tanto martirio, así que por favor PERDÓNAME y de esta manera nos eximimos y les exoneramos a todos lo que si este plan tuyo continúa habrán de morir y sufrir las inclemencias del mismo.
El dios de los ejércitos, el mismo que también creo el Apocalipsis para que hasta el final de los tiempos sus creaturas sufran las consecuencias de sus malos procederes, molesto en grado sumo e inconmensurable, responde con un irreflexivo e irremediable NO, NO TE PERDONO.
Con esto concluyo QH Oma, así es como de esta u otra manera el gran dios Yahvé como él mismo se autonombra en la Biblia, se ha muerto. Hoy me doy cuenta que toda esta tradición judeo cristiano católica es la patraña más grande y enorme que persigue un sólo fin, el de que unos o sea la élite administrativa y organizacional, desde el Papa hasta el más sencillo de los prelados, vicarios o curas, mantengan asustados y esperanzados no en esta vida sino en la otra, a sus súbditos a los cuales reitero los mantienen aterrorizados con los viejos trucos retóricos de que dios te va a castigar si no sigues equis o ye normas. Mi credo hoy por la gracia del DIOS verdadero, el sin nombre, el absoluto, el que ama sin medida y sin condiciones, es mi fe, es mi vida, soy yo. Él dentro de mí y yo dentro de Él.
QH, hoy me siento libre, me siento más cristiano por que la ética y enseñanza del Maestro Jesús es una sin igual muestra de amor y de armonía. Por ellos me quedo con lo que para mí es el mensaje de Jesús, un mensaje de verdadero humanismo, de verdadera comunión, donde todos los seres humanos cabemos.
1.- AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.
Mi interpretación es: con sólo tratar de entender lo que esto significa es suficiente, mi Dios es comprensivo y sabe de mis alcances y en el lo que me empantano, soy tan afortunado que como yo sea el me ama, me comprende y no me reprende y por esta misma razón que le tengo una fidelidad absoluta. Y no a ningún hombre, religión, asociación, cofradía o similares. Y así moriré.
2.- AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO.
Antes de dar comienzo a este amor foráneo me manda a darme todo aquello que me negaron los exégetas ficticios y apócrifos, y proveerme de atenciones, caricias y cariños máximos, liberarme de los cilicios corruptos y de dolores varios, como la culpa de la iniciativa de “sin dolor no hay florecimiento”, de las patrañas del infierno intestino de las apócrifas escrituras todas, me manda que pacificarme y adentrarme en mismo y a percibirme también a mí mismo como la esencia de ÉL, no ajeno al Dios verdadero, al sin nombre, al ciertamente impronunciable y no por que ello se críptico como todos los misterios bíblicos, sino por que es tan bello, tan hermoso e inconmensurablemente bondadoso que ni siquiera un nombre necesita, ÉL ES, EL QUE ES, el eterno, no es ni será, siempre ha sido. Me invita a no lastimarme más con nada y después de este ejercicio, amar, respetar y convivir con los demás en la medida de la capacidad de cada uno ÉL que es el Dios verdadero, que no es miope, ni mediano es sus apreciaciones dará cuenta de los esfuerzos personales sin amonestaciones, sin viajes gratis y sin regreso a los infiernos, sólo ÉL sabrá como amarme o amarnos sin medida sin condiciones.
Es cuanto compañeros.
Carlos López Carmen Gracias por sus comentarios a:
columnarebelde@hotmail.com
23 de febrero de 2009
6.52 PM Y al Cel. 22 21 01 07 06
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