Tarea 1

martes, 24 de noviembre de 2009

María Mónica Baldeón Torres
II cuatrimestre del diplomado
“Creación literaria”
Escuela para escritores.
Maestro: Gerardo Oviedo
Novela
Tema: Superación
Tesis: “No existe el camino hacia la felicidad: la felicidad es el camino”
Línea argumental: la vida de una mujer cambia completamente, a partir de un maravilloso, inusitado y muy subjetivo encuentro.
Argumento:
Diana es una mujer acostumbrada a una vida rutinaria y gris: cada amanecer es para ella, el inicio de una secuencia de acontecimientos monótonos que, aunque dan un alto grado de tranquilidad a su existencia, la tienen sumida en una absurda mediocridad; poseedora de cualidades por ella ignoradas y de experiencias dolorosas que arrastra desde su infancia, se refugia en la seguridad de lo cotidiano. Sin embrago, su destino cambia drásticamente el día en que descubre aquel fascinante sitio, al que llega por accidente y del cual no podrá salir por mucho tiempo, aunque su temor la orille a intentar huir constantemente.
Las situaciones extraordinarias que se crean a partir de su encuentro con ese paraje fantástico y las aventuras que, junto con los habitantes del lugar comparte, traen a su vida una serie de eventos increíbles, que poseen la característica de elevar su espíritu a alturas de satisfacción insospechada, a veces, y a veces la someten a procesos de angustia y dolor inenarrables. No obstante, el cúmulo de experiencias a lo largo de los episodios vividos, transforman de tal manera su personalidad, que, aún cuando aparentemente un buen día el paisaje se borra, ella jamás podrá volver a ser la de antes.
Las huellas que dejan en su ánimo los lances vividos, modifican además, a quienes la rodean y a su realidad circundante. El paso lento y, en ocasiones amargo, por el que transitan los personajes, ofrece al final una perspectiva sorprendentemente diferente de la vida.

Biografía del personaje:
Diana (protagonista, siendo estereotipo, avanza, a través de la historia, hasta lograr cierto grado de prototipo)
Diana López Mendoza, es una mujer de treinta años de edad, segunda hija del matrimonio formado por Nicolás López (empleado bancario) e Isabel Mendoza (ama de casa). Nacida en una gran ciudad, vive en un pequeño departamento de un edificio multifamiliar de una céntrica y popular colonia.
De tez morena, ojos cafés, pelo negro y lacio, complexión delgada y baja de estatura, posee las características físicas comunes a las mujeres de la región que habita.
Diana, al quedar huérfana de padre y madre, vive sola en el departamento que éstos dejaron para ella, después de que su única hermana se casó y se fue a vivir a otra ciudad. Es ahora tía de tres hermosos sobrinos, a quienes quiere entrañablemente, a pesar de no poder convivir mucho con ellos.
Sus actividades cotidianas se reducen a un trabajo de medio tiempo en una biblioteca pública, el resto del día lo dedica a las labores propias del hogar y un poco de tiempo por la noche, para atender a su novio, Ismael.
Su actitud pasiva obedece a un típico carácter medroso y pusilánime; más, del misterioso café de su mirada, se desprenden destellos de una energía de la que tal vez, ni siquiera ella es consciente. Esa energía única, es la que la guiará, a lo largo de la historia, a vivir las historias más inverosímiles e inimaginables en una mujer, aparentemente de tan frágil y común personalidad.
Mónica
22/11/09

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