capitulo 1 de la novela

martes, 5 de agosto de 2008

Este es el primer capitulo de La secta o Daniel, aun no tiene un nombre definido asi que no pondre el título, en fin, este es mi primer capitulo, los voy a poner separados porque algunos si estan algo grandes, espero que les guste.

Preludio

Daniel Báez era, un joven actor, su talento y dedicación le ayudaron a incrementar la ya gran fortuna que había heredado, con el tiempo se caso y su carrera como productor estaba en su mejor momento, justo ahí algo paso, su esposa sin mas aviso un día se marcho, él ni siquiera intento buscarla, dejo que su carrera se desmoronara y un día solo desapareció de los lentes de las cámaras; nadie podía explicar que le había sucedido, algunos de sus amigos mas íntimos dicen que compro una casona del centro y que vive como un pordiosero, lo cierto es que ahora será mas difícil de saberlo, por que ha desaparecido misteriosamente, sin dejar rastro alguno.
Inicio de una pesadilla
Daniel dormía tranquilamente en el sofá de su cuartucho, cuando se escucharon duros golpes en la puerta, aun con sueño se levantó a abrir, solo para encontrarse con una desagradable sorpresa, frente a él estaba Helena una actriz tan bella como mediocre habían intentado trabajar juntos pero nunca funcionó bien.
—Buenos días querido, ¿sorprendido? —Dijo la mujer, mientras veía el pobre panorama de esa habitación —Me contaron que vivías en estas condiciones, pero nunca me imagine que fuera cierto.
—no te invite a venir, Helena.
—me sorprendes Daniel una persona con tu talento, no pensé que terminaras en un lugar tan sucio como este.
—vaya hasta para fingir asco eres mala.
—Que divertido eres, cariño —contesto Helena, tratando de disimular su inminente enojo— pero, por increíble que te parezca no he venido ha hablarte de actuación, traigo un importante mensaje de una sociedad secreta.
—no me interesa.
—Danny, no puedes decir que no te interesa, si aun no escuchas lo que te voy a decir, mira siéntate y pon mucha atención —Helena se quito el gran abrigo de piel dejando al descubierto su vestido azul agua marina sin mangas —Sabemos que siempre has buscado que tu vida sea interesante, que por esa razón vives en este lugar y por lo mismo te vas a meter a bares del bajo mundo
Normalmente Daniel no pondría atención a tal comentario, claro si fuera de alguno de sus vecinos, pero se trataba de alguien que no tenia nada que ver en su nueva vida, por un momento pensó que lo había estado vigilando —Aunque tal vez trata de sacarme información. —Se dijo a si mismo y decidió seguirle el juego para ver que era lo que realmente quería.
—¿quieres un café?
—No quieras evadir la conversación Daniel, se que puede ser difícil para ti pero tu verdadero destino esta en la secta de Oregg, un Dios mas poderoso que el que conoces, ya se que si solo te lo digo no me vas a creer pero tengo una muestra de lo increíble que puede ser mi Dios —Helena se acerco a Daniel y extendiendo su brazo izquierdo frente a él, susurro algo y para el asombro de su espectador apareció de la nada un tatuaje con extraños símbolos —Estoy segura que nos acompañaras esta noche en esta dirección, nos vemos cariño —Dijo Helena mientras le entregaba una tarjeta —Ha, por cierto Ruth la prostituta con la que juegas en el bar esta muerta, salio en los periódicos, dicen que tenia asuntos pendientes con el narcotráfico.

I

Helena había dejado a Daniel tan asombrado como jamás, él sabia que efectos así en el cine no eran difícil pero que en la vida real eran imposibles, todo el día se quedo pensando en los oscuros secretos de esa secta, la curiosidad lo mataba por dentro pero una parte de el buscaba mil motivos para no asistir, se le ocurrió que podía ir encubierto por la policía, esa misma tarde iría a demandar la desaparición de su segunda mascota, diría que la secta esta robando animales para sacrificarlos y que el podía ser un excelente espía.
Salio ya tarde de su casa, en el camino compro el periódico solo para comprobar lo que Helena le había dicho, su compañera de juego estaba muerta —Bueno, después de todo nada es por casualidad— pensó, y miro a su alrededor, esa calle se le hacia extraña, como si no la hubiera visto antes, estaba frente a una casona vieja, una extraña sensación lo hizo entrar, el lugar estaba en ruinas —¿hay alguien aquí? —Pregunto Daniel, antes de salir desilusionado por no encontrar algo interesante allí dentro —¡ayuda!... ¡por favor alguien ayúdeme!— contesto una desgarrante voz de mujer, a lo que Daniel a toda prisa se regreso, encontró un cuartucho que parecía haber sido usado recientemente y dentro estaba Ruth con la ropa sucia, terriblemente golpeada y amarrada de pies y manos con unas pesadas cadenas, al ver a Daniel sonrió con cierto alivio y se desmayo; Como pudo Daniel se llevo a su amiga, mas tarde cuando la curaba, le dijo que los periódicos habían publicado que estaba muerta.
—Gracias Daniel, por sacarme de ese lugar a esta hora talvez estuviera muerta, mañana mismo busco a la Pepa para que me dinero y me pueda ir de Puebla, antes de meterte en líos a ti también
—Es mejor que los denuncies Ruth, si de verdad quieren tu cabeza no se van a detener, ¿dime cómo eran esos hombres?
Ruth se puso muy nerviosa, argumento que tenia problemas con la policía y que apenas y había visto a sus secuestradores, Daniel hablando con una voz fuerte le pregunto una ves mas a lo que Ruth, haciendo un mayor esfuerzo logro recordar algo peculiar en el brazo izquierdo de aquellos hombres, sin saberlo hizo la descripción del tatuaje de Helena, al terminar Daniel sintió estar satisfecho ahora tenia una razón para espiar a la secta.

II

Lo incomodo de dormir en una silla despertó a Daniel, su primera reacción fue ver su reloj que marcaba las 3:32a.m., un coche paso y la luz ilumino tenuemente su habitación que se encontraba en la planta alta de la casona, inmediatamente Ruth que se encontraba frente a él dormida en el sofá, atrajo su atención tenia el brazo izquierdo por encima del pesado cobertor, —no, puede ser… la marca de Oregg, Ruth no es victima, sino cómplice, por esa razón Helena sabia sobre nuestra relación, y por lo mismo se puso nerviosa cuando le pregunte cosas —pensó Daniel, mientras caminaba sin hacer el mas mínimo ruido hacia su cocina, donde en la alacena guardaba un viejo regalo de su abuelo, un libro llamado “Inmunidad Política”, que en realidad guardaba una pistola de colección, Daniel nunca había usado armas y de hecho se le hacia algo muy vano, pero algo externo lo motivaba.
—¿Quién eres realmente?, te mando Helena ¿verdad? —Grito, despertando a Ruth
—¿Qué pasa Daniel?, de qué hablas yo no conozco a ninguna Helena.
—¿Qué me dices de Oregg?, vamos Ruth, por muy poderoso que sea ese Dios no va a salvarte de la muerte, ¡dime que diablos quieren de mi!
—Daniel… te juro que no tengo idea de que me estas hablando
Él esta sumamente nervioso, vio que Ruth intento levantarse y le disparo en la cabeza.

III

Sobre saltado Daniel despertó, su primera reacción fue ver su reloj que marcaba las 3:32a.m., un coche paso y la luz ilumino tenuemente su habitación, inmediatamente vio a Ruth, su brazo izquierdo estaba limpio, —no puede ser, es imposible ver la hora en los sueños, además yo nunca los recuerdo —Daniel estaba confundido, no podía saber cual era la realidad y cual el sueño, se levanto sin hacer ruido, por un momento pensó en ir a la cocina pero eso lo trastornaría más, —¿cómo saber si estoy soñado o estoy despierto?, la hora, el coche en el sueño… paso dos veces de la misma forma o solo una —tratando de convencerse a si mismo que estaba despierto fue al baño y se echo agua en la cara, respiro hondo y se vio en el espejo, pero además de él otra cosa se reflejaba, era una especie de araña gigante que parecía estarlo viendo, cerro los ojos y se repetía a si mismo —estoy despierto —pero cuando los abría el extraños ser esta ahí, Daniel empezó a escuchar como si esa “cosa” lo llamara con un extraño lenguaje que su subconsciente conocía, la siguió hasta una parte de la casa a la que Daniel no entraba, en realidad era un cuarto un poco mas pequeño que el suyo, tenia un gran ropero vacío y una cama en perfectas condiciones, la razón por la cual no se usaba ese que, sus vecinos le contaron que uno de los antiguos inquilinos había muerto de forma extraña en esa cama, desde entonces todos le decían “La habitación del Hombre muerto”, cuando Daniel compro, no vio la necesidad de sacar esas cosas, hasta ese momento cuando la “araña” entró, —en realidad no debo entrar a este cuarto, posiblemente lo que estoy viendo no es real —vio su reloj y marcaba las 3:41 a.m. —esto no es un sueño, no puede serlo —convencido, Daniel continuo siguiendo esa “cosa”, que se metió debajo de la cama, se hincó y lentamente asomo la cabeza, en medio de la oscuridad sintió como si una fuerza lo jalara, sobresaltado trato de levantarse pero se pego con el filo metálico, lo ultimo que pudo hacer antes de quedar inconciente fue, sentir la sangre que le escurría por la frente.

Por J y J

Jessica

1 comentario:

Anónimo dijo...

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