Él
hombre
desnudo
silencioso
lucha incansable
erguido ante mí.
Yo, le observo impasible
me aproximo lentamente
deseando falsa una verdad
desnudo el alma al besarle eterna
sólo entonces me abraza atormentado
exploro sus labios perdiéndome en ellos
lloro las lágrimas del guerrero vencido
siento y porto la daga del orgullo maldito.
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