Glosa, Débora

jueves, 18 de marzo de 2010

Único amor ya tan mío
Que va sazonando el tiempo
Que bien nos sabe la ausencia
Cuando nos estorba el cuerpo.

Único amor ya tan mío
Vívido loco y ausente
En el exilio presente
Roca que no lleva el río
Barco en los mares del frío
Furia desata volcanes
Fuerza de lava quemando
Mata los miedos bailando
Sobre colas de alacranes
Sobre el furor de los canes


Que va sazonando el tiempo
A fuerza de tanta ausencia
Muriéndose la conciencia
Que ansía llegar a tiempo
Ganarle al contratiempo

Seduce al reloj de arena
No sigas cada conejo
Aférrate a mi consejo
Reduce nuestra condena
Que el tiempo no se encadena

Que bien nos sabe la ausencia
A ajenjo sobre la lengua
Amarga y nunca mengua
Veneno de la demencia
Ardiendo por tu presencia

Quemando de sed mi boca
Ausente me deshidratas
Y todo gusto lo matas
La huída que hoy te convoca
Mi agónica hambre provoca

Cuando nos estorba el cuerpo
Estorba igual que la vida
Molesta para el suicida
Cansado de buscar el puerto
En donde no huela a muerto

Tu cuerpo ya ves no estorba
Creyente soy de tu templo
Maldito de amor yo tiemblo
Y que el dolor nos absorba
Besándote hasta la corva

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