Sola en el mundo

domingo, 21 de marzo de 2010

Sola en el mundo.

Sonia dificultosamente caminó a la cocina, con sus manos artríticas tomó una taza y se sirvió té de la tetera, hacía frío, era de madrugada y no podía dormir.
Era bióloga pensionada y vivía sola, su esposo había muerto y su único hijo también, tenía setenta años y estaba sola en el mundo.
Había trabajado mucho, su cuerpo tenía el deterioro propio del envejecimiento, pero su mente parecía intacta, leía mucho y estaba al tanto de todo lo nuevo en cuestión de arte y ciencia.
Su vida parecía estar en la etapa de tranquilidad y descanso. Pero Sonia tenía un problema.
Vivía en un barrio que predominaba la violencia, estaba bajo la amenaza de una pandilla de jóvenes fuertes y armados que tenían atemorizados a todos los vecinos de la colonia, su casa antes limpia y bien pintada estaba grafítada. Entrar o salir era toda una odisea, ya que ella tenía que salir a comprar sus víveres y los vagos la amedrentaban y le quitaban su dinero. Ella acudió a la policía, a Derechos Humanos, a la Asociación de Adultos Mayores pero todo fue en vano los pillos siempre salían libres y al contrario la presionaban más.
Manuel era el jefe de la banda pero todos le decían “El Baby” era fuerte como de veinte años violento, vago y drogadicto y tenía amedrentado a todo el barrio, solo Sara parecía poner resistencia a sus amenazas por eso la odiaba.
-Te vas a arrepentir “ruca” de haber llamado a la policía, vas a saber quién es “El Baby”- la había amenazado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de las motos de la pandilla, ella apagó las luces y escuchó cómo golpeaban puertas, ventanas y trataban de forzar las cerraduras, intentó llamar a la policía pero habían cortado el teléfono, estaba muerta de miedo pero su orgullo la mantenía firme pensando cómo defenderse.
En el espacio silencioso fuera de la atmósfera, flotaba un objeto parecido a una nave de forma triangular con luces verdes, que observaba al planeta Tierra.
Dentro se encontraban dos seres extraterrestres, tenían una apariencia muy semejante a la humana, solo poseían una cabeza muy grande portadora de un cerebro más desarrollado
Por sus monitores observaban con gran curiosidad la actividad que tenía lugar en ese momento en la Tierra.
Kamat le dijo a su compañero- Ve como una pandilla ataca a una anciana, esta conducta es deplorable.
-No es nada nuevo, tiene cinco años que observamos a los terrícolas y solo tienen pensamientos destructivos, son depredadores acaban con su planeta y con ellos mismos- contestó Semitt.
-No puedo permitirlo, lo impediré, voy a bajar.
-¡No! tenemos prohibido intervenir, solo somos observadores.
Sin pensarlo mas Kamat transformó su cuerpo en energía pura y dentro de una especie de burbuja del tamaño de un balón de fútbol, descendió a la tierra y en forma de luz verde entró por debajo de la puerta de la cocina de Sonia, ésta al ver la luz pensó que era un bomba casera arrojada por los maleantes.
La luz se detuvo sobre la mesa de la cocina y mentalmente comunicó a Sonia. -No tengas miedo vengo a ayudarte- mientras entraba al refrigerador sacando diversos alimentos y colocándolos sobre la mesa
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Estoy alucinando?
-Soy un alienígena, vengo a ayudarte, necesito compuestos básicos, proteínas, minerales, vitaminas que voy a extraer de estos alimentos, permíteme entrar en tu cuerpo tengo que hacer un chequeo y se deslizó a través de los ojos de Sonia, salió un minuto después y dijo: -Estas hecha un desastre, osteoartritis, flacidez muscular, taponamiento coronario etc.
-Tengo que dejarte como nueva, pero prometerme que a nadie contarás lo que aquí suceda de lo contrario me iré.
-Te lo prometo- contestó Sonia. –de todas maneras si lo contara pensarían que estoy demente.
Entró y salió una y otra vez al cuerpo de Sonia hasta que dijo –Listo como nueva, solo cinco veces más fuerte pero solo por dentro, por fuera seguirás siendo tan vieja como siempre.
Los interrumpió la entrada brusca de los maleantes, los cuales fueron tomados de las manos con tanta fuerza por Sonia que provoco fractura de sus muñecas.
Los vecinos llamaron a la policía al oír los gritos.
Kamat se despidió rápidamente y se elevó por los cielos, cuando la policía llegó, preguntó -¿Cómo se fracturaron? Los pillos contestaron –Fue la viejita- El, la miró tan débil que comentó –De cuál fumaron- Pobre viejita tan indefensa y… sola en el mundo.
Angustias.

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