29. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "BENITO Y SU ESPECIE"

sábado, 28 de junio de 2008

recibido: 27/06/2008
10:09 pm
Benito y su especie


Del agua a la tierra, cada vez menos pelo y de repente Homo habilis; luego la industria, caminar sobre la luna y el internet...
Benito se encabrona, vive inmerso en el género homo, cada vez más alejado del origen, y por tanto de la verdad...
Benito no quiere ser Homo sapiens, quiere ser fuego y polvo y cosmos... armonía con la naturaleza y no homínido en traje de golf ...
Benito sube a la torre latinoamericana y como protesta por la evolución, se lanza al vacío. Al impactarse, su sangre salpica el rostro de Charles Darwin.

28. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "SIN TÍTULO"

viernes, 27 de junio de 2008

recibido: 26/06/2008
7:55 pm
SIN TÍTULO
Él pensaba que lo más importante eran las apariencias. Y entonces llegó ella, una chica que tenía mucho dolor interno, se odiaba mucho. Pero al empezar a tratarlo y a conocerlo más y más, o por lo menos eso creía ella, sintió conocerlo por su mirada; una mirada como esa no podía ser de alguien frío, sino de alguien cálido que ocultaba su verdadera belleza. Además, alguien que escribe no debe ser sensible, volvió a decirse a sí misma. Aunque los demás pensaban lo contrario de él. Porqué estaban todos tan ciegos, pensó ella. Pero cometió un error: se enamoró y ese fue su peor error. No podía ser. Él era totalmente opuesto a ella. Los unían sólo algunos gustos en común. Pero en lo demás, eran de universos totalmente diferentes y opuestos. Ella, por más que intentó salir con él para conocerse, mas él no accedía y, aunque eso le dolía, era como una adicción. Pero no a él sino al dolor. Mientras, los dos seguirían en sus dos mundos tan diferentes que parecían distanciarlos en lugar de acercarlos. Aunque pudiera ser que ellos, no son tan diferentes como creen, sino sólo un juego de resistencia, fuerza y agilidad. Tal vez era que ella era más corazón y él, mente. O sus vidas se unieron en mal momento, son bromas del destino, cuando crees encontrar al chico ideal y resulta que tienen caminos muy distintos. Son bromas crueles que te hacen pensar “por qué no lo conocí antes”. Pero esa frase es tan irreal. Es como dos historias que se unen en un punto en el camino, pero su final, es muy distinto el uno del otro. Es sólo un juego del maldito destino, tal vez ella y él tienen algo que aprender de estos: “destinos cruzados” porque en la vida, todo pasa por algo.

27. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "EL MAL PASO"

jueves, 26 de junio de 2008

recibido: 25/06/2008
7:33 pm
EL MAL PASO


“Pasito a pasito pronto llegaremos
mientras imagino
un mundo para ti más bello,
quizá sientas un suave bamboleo
pero es solo mi caminar extraño
una forma que me dio Dios
para mecerte sin problema
mientras imagino como será tu voz… ”

La pobrecita no tendría más de 25 años, y quien la veía de reojo caminar no podía mas que esbozar una sonrisa de burla o compasión, pero nadie podía siquiera imaginar la felicidad que la inundaba. Mientras caminaba, la cojita de la calle 2, recordaba la primera vez que se había enamorado (que para ser exactos había ocurrido 8 meses atrás), y la primera vez que le habían roto el corazón (2 meses después de conocer al Patán), recordaba la crudeza de las palabras de aquel de quien había decidido olvidar el nombre “¿Qué creías que acaso alguien como yo viviría para siempre con una mujer que ni siquiera puede correr por su vida?, correr por su vida… ja ja ja ”, en casa, le habían dicho que no podría educarlo correctamente: “Y ¿Qué pasará cuando tenga que caminar? Crees que le enseñaras correctamente, recuerda que no tendrá padre, dicen que los niños lo primero que aprenden es porque imitan…”, pensaba mientras pestañeaba fuertemente para así reprimir las lagrimas de sus ojos.
Mientras trataba de olvidar, con un gran esfuerzo físico aceleraba su pequeños y desiguales pasos hacia su duro, pero igualmente gratificante trabajo, la idea que le regresaba su felicidad era su último día de labor para después recibir de 4 meses de incapacidad, “INCAPACIDAD” pensaba mientras una sonrisa se dibujaba en su cara y aceleraba aun más su ya difícil andar, en lo profundo de su bolsa llevaba algo que le devolvía la felicidad al despertar cada mañana, un librito de Jaime Sabines que había comprado por la enorme cantidad de diez pesos a las afueras del Hospital de San José y que contenía un poema que le hacia ver lo gustoso y a la vez lo cómico de su situación “La cojita esta embarazada” , recodaba en especial uno de sus versos: La cojita está embarazada. Se mueve trabajosamente, pero qué dulce mirada, mira de frente.
Y así era, miraba de frente mientras acariciaba su pancita sin notar otra mirada, la mirada lejana de alguien que la contemplaba lleno de amor y ternura, que creía que el único defecto que poseía era que quizá (sólo suponía), su corazón estaba lleno, alguien que ella creía era “inalcanzable”.
Cansada, la cojita se sentó en una banca del parque frente a su trabajo, sólo faltaban unos metros así que se dedicó a platicar con su bebecito: “Oye, no me patees, te he dicho una y mil veces que no todo lo que escuchas es cierto, y también quiero que recuerdes que tienes que ayudarme, ya pesas mucho y encima todavía me golpeas”, le decía entre risas. Al parecer el bebé entendía claramente sus palabras porque después cambio sus patadas por suaves movimientos que la llenaban de dicha. “Siento mucho que no conozcas a tu papá, pero no se fue porque no te quisiera, es sólo que no pude alcanzarlo”.Una risa sonó a sus espaldas, pero no era de burla, era una risa que sonaba divertida por su comentario, al voltear, la cojita vio al “inalcanzable”, lo vio de una forma diferente, ya no era el apuesto príncipe de la oficina al frente de la suya, el príncipe se había transformado en un común Humano sin pena ni gloria que, mientras colocaba sus manos en el vientre de la desconcertada cojita decía despacio y suavemente: “Vamos a hacer una cosa, yo le tapo los oídos al bebé y tú me aceptas una invitación a comer”. La cojita revivió los recuerdos del primer engaño, sabía que ya no podía confiar. El Humano intuyó sus pensamientos y rápidamente agrego: “quizá no hayas podido alcanzar al otro, pero créeme que yo no soy velocista y si me dejas quedarme a tu lado aprenderé a caminar de otra forma, el único mal paso que has dado es aquel al que te obliga tu pie derecho”. De repente el Humano se transformo nuevamente en príncipe y mientras la ayudaba a levantarse, la cojita embarazada descubrió que el verdadero amor llega sin buscarlo, de la mejor forma y en el momento preciso.

26. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "CUANDO LA PANTERA ROSA HABLÓ TODO SE VINO ABAJO"

miércoles, 25 de junio de 2008

recibido: 25/06/2008
12:47 am
CUANDO LA PANTERA ROSA HABLÓ TODO SE VINO ABAJO


En el verano mis padres solían llevarnos a Diego y a mí fuera, al frío de otra ciudad, donde el viento nos arrancara el calor. Ahora vivo bien lejos del sofocante sol, lejos de mis padres, lejos del pasado. De ellos recuerdo pocas cosas ya, veo sus cuerpos tendidos sobre la cama, gustaba de acostarme en medio de los dos. Luego mamá murió, pero la costumbre de irrumpir en su habitación nunca se fue. Desde el umbral miraba a papá entre las sábanas, atrincherado y solo, con un grito le daba aviso de mi presencia a la que respondía con un breve quejido resolviendo ignorarme, en eso se parecía en nada a mamá, quien cada vez que advertía mis pasos furtivos alzaba la cabeza moviéndola de un lado para otro en desaprobación, tomaba el control remoto de mala gana, lo aventaba hacia las cobijas como se lanza un pescado fresco a las fauces de un león marino y daba unos golpecitos al colchón indicándome que trepara de una buena vez; yo encendía la televisión y miraba por horas la Pantera Rosa mientras el olor de mamá se entremetía por todo mi cuerpo, una mezcla entre rancio y dulce. Mamá se ha ido, pero su aroma aún persiste, sé que también desaparecerá.
Diego, mi hermano, a pesar de su corta edad nunca compartió el gusto por la Pantera Rosa, asunto que me enojaba tanto que una tarde decidí romper toda su colección de muñecos de la serie Star Wars, me era imposible comprender que aquel personaje con su mudez y sus gestos estudiados y las bromas que se inventaba le fuera indiferente a un niño de mi edad, por ello consideraba a mi hermano un entero idiota. Cuando papá llegó aquella tarde y miró los muñecos mutilados me castigó dos horas mirando dragón ball z. Lo odié. Horas después, en el televisor, se dio aviso de una noticia relacionada con mi programa favorito, el locutor decía, enloquecido: a partir de hoy el show de la Pantera Rosa no volverá a ser igual.
A la hora indicada, me dispuse a ver la caricatura, shhhhhhh!, alcancé a hacer a todos. La Pantera Rosa camino, se detuvo ante un escaparate y… habló. Asesinaron a la Pantera Rosa, pensé, y con su muerte se fueron mamá y las razones para vivir.
Recuerdo aquella tarde nublada. Hoy, todo es distinto, mientras hablo sostengo las píldoras que finalizaran con la incertidumbre, es casi pueril pero cierto, cuando la Pantera Rosa habló mi mundo se vino abajo.

25. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LA NECEDAD DE DECIR LO INDECIBLE"

lunes, 23 de junio de 2008

recibido: 23/06/2008
8:47 pm
La necedad de decir lo indecible
Gabriela fue un nombre que siempre le gustó; pero se dio cuenta de eso hasta el día en que se lo prohibieron. Lo curioso, es que su amante, una mujer con este nombre, fue quien prohibió pronunciar esas ocho letras en el orden mencionado. ¿Entonces cómo llamarle, si al decirlo no obtendría la atención requerida? Comenzó por llamarla Gabriela con el pensamiento y a escondidas. Gabriela al enfadarse, al soñarla, al escribirle y Gabriela en cada momento que ella estaba lejos. Lo peor, llegó con la locura y necedad de llamar Gabriela a cualquier cosa que estaba a su alrededor. Nombró Gabriela a su almohada, a su colchón, a su comida preferida, a su casa, a su pecera, a su sillón, televisor, zapatos, camisas; todas las canciones que le gustaban ahora no tenían otro nombre; todas eran Gabriela. Olvidó todas las definiciones del idioma y con ello cada sílaba de las palabras. Perdió la conciencia al hablar, pero ganó la dicha de decir lo indecible, y eso era lo importante porque después de todo siempre fue su Gabriela.

24. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "SI CHUCHA TUS CALZONZOTES"

recibido: 23/06/2008
7:13 pm
SI CHUCHA TUS CALZONZOTES
La mañana del treinta de julio de 1957 no sólo se veía venir el nacimiento de E. G. Tlacuilo décadas después, sino también, en alguna comunidad doña Clementina acudía junto con su nuera a visitar a la doctora Judiana. Muy preocupada se le veía a la señora Clementina, ya que su hijo le había dejado como encargo especial a su esposa. La preocupación de la doña se entendía puesto que el vientre de Ramira había crecido de forma extraordinaria en ausencia de Secundino hijo de la doña.
Al llegar al consultorio la doctora Judiana hizo el interrogatorio de rutina y no encontró síntoma alguno de enfermedad. Doña Clementina comentó que había visto cansada y muy distante a Ramira pero, lo que más le preocupaba, era el abultado vientre que mes a mes iba creciendo.
La doctora no tardó en dar sus felicitaciones, ya que tal abultamiento se debía a un embarazo ¿pero cómo?, exclamó Clementina, si mi hijo hace tres años que se fue a Estados Unidos. Apenada por la situación, la doctora Judiana no dijo más y Clementina y su nuera se retiraron del consultorio. Llegando al jacal, Clementina gritó: muchacha sinvergüenza ¿de quién es ese hijo que esperas? Pus de quién va a ser, de su hijo, señora, de su hijo, Eso es mentira, repuso Clementina, va pa’ tres años que el sol no divisa a mi hijo en el pueblo. Sin embargo Ramira explicó lo siguiente:Mire, ma, cuando el Secundino mandó los centavos en el sobre, venían también sus calzones y pus yo me los puse, pa’ imaginarme que el vendría a verme cada noche y así la virgencita nos haría el milagro de hacerla asté abuelita y pus ahora se cumplió. Mire asté, hasta compré una veladora pa’ ir a dar gracias a la virgen que ya voy a ser mamá, vengase, acompáñame, vamos a la iglesia a dar gracias y no piense asté cosas feas...

23. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "SIETE PSYCHOS ASESINOS MARCHAN A LA ANARQUÍA"

recibido: 23/06/2008
6:47 PM

Siete psychos asesinos marchan a la anarquía


Dog era el jefe. La mitad de ellos fueron reos condenados y tenían cicatrices por su pasado en los campos de exterminio. De cabeza inhabitable; en algún momento de su vida conocieron el golpe de la opresión, cuando sus cabezas no rodaron por fuerza de sobrevivir. Ellos son siete y caminan como reinas en la ciudad de Mirlos. Tuercen los pies con las prótesis adheridas al hueso. Llevan consigo la idea de construir un fuego diurno y el arma perfecta en el núcleo de la ciudad. Siete psychos asesinos caminan por la calle donde nadie se atreve a detenerlos. Dog estira las piernas al paso de ganso con un tambor pequeño entre la rodilla, que va tocando con sus baquetas de metal. Lleva el alma de la ciudad en el pecho zurcido por un tatuaje del rostro de su opresor. Cabeza a rape, corte de mohicanos, lustrando sus botas con la lluvia y la noche que les abre el paso. Llevan el alma de nombres olvidados. Llevan un tambor. Con el sentido homicida de ir por la calle y sucumbir a las miradas de quienes dan vida a su marcha, porque ninguna causa les mueve, sólo la voz fuerte de la pulla que les ha dictado seguir hasta el fin. Nadie puede detenerlos, se escucha el redoble. La lluvia cae. Dog saca las armas para escudar la caída del hongo, para romper los cristales de la realidad.

22. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "EN EL SUELO HAY UN HOYO NEGRO"

recibido:23/2008
6:47 pm
En el suelo hay un hoyo negro


Despierto, me levanto, apago el foco con las manos, está caliente. Salgo del cuarto, azoto la puerta, me dirijo a las escaleras donde está oscuro. Bajo rápido, corriendo. Busco a ciegas el apagador, pero sólo encuentro las ranuras en la pared. Comienzo a sudar. En tinieblas extiendo los brazos. Mis manos se abren para palpar algún objeto firme. Tropiezo con sillas, mesas, bancos... Me echo al piso para buscar a tientas la abertura que me lleve al sótano. La encuentro. Abro la puerta con dificultad. El óxido se desprende del metal y entra en mis ojos. Abajo la oscuridad es aún más espesa. Entro escuchando mi columna partirse en dos. Mis pies tocan el principio de algo extraño: Agua. Todo se inunda. Hay líquido en mi boca, en mis rodillas, en las aletas de mis piernas. Me sumerjo hasta lo más profundo posible y nado respirando como un animal marino. Al tocar el fondo, abro una portilla que apenas puedo distinguir y un remolino sale de ahí y me traga empujándome con fuerza hacia su interior. Desciendo aún más. Esquirlas pequeñas entran por mis poros. Un cauce me desbarranca a una zanja cubierta de lodo. No hay más líquido, sólo humedad. Volteo por impulso y comienzo a rascar. Rasco y sale gas. Rasco mientras mis ojos escurren aceite. Rasco y sangran mis manos por las uñas y los pellejos que se abren. Nace un agujero, entro. Abro los ojos. Hay una luz grácil. Agotado y cubierto por una arena fina que me cubre de luz. Toco las cosas para no errar los pasos. No puedo estar de pie, resbalo sin remedio. No hay fuerza. Observo la sombra difusa que se levanta, tan humana que entumece mi vista. Se acerca su palma, como si fuera una tormenta. Gira la esfera donde estoy. Resbalo. Gira la esfera y todo da vueltas.
Y las cosas se borran, todo ante la oscuridad se derrumba.

21. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "EL DÍA QUE MURIÓ TOM WAITS"

recibido: 23/06/2008
6:47 pm
El día que murió Tom Waits


Al salir del cine Takeshi Kitano me siguió de una manera amenazante hasta el barrio donde entonces vivía. Lo enfrenté diciéndole qué ganaba con eso de seguirme.
—Vamos, no le hagas al detective y dime de una vez qué es lo que te propones. —Nada —contestó—, es que a veces me da por jugar al francotirador.
Ya arreglado el asunto nos saludamos y le di un abrazo, porque hasta entonces no le conocía personalmente, luego nos fuimos a echar unos tragos a un bar donde atendía un tipejo tuerto, con parche en el ojo. El hombre era de estatura baja, relleno del tórax, axilas abultadas y aspecto caucásico; no era agradable pero hacía el intento. Nos confesó que a él le venían bailando las bolas todas las peripecias que últimamente hacían Las Arañas de Saturno, y que una vez llegó a enfrentarlos, junto con la policía, el justo día que murió Tom Waits.
—Todo acto de rebelión es una verdadera estupidez, deberíamos ser más prácticos; atacar los bancos de la ciudad no es realmente un asunto ciudadano. Ajá, ¡salud!
—¿Pero quién chingados es Tom Waits? —pregunté. Nadie contestó. Pocas rondas después llegó mi mujer a invitar el ron. Cogimos la peor borrachera de la semana y bendecimos las uvas y el Jack Daniel´s. Salimos de ahí: Kitano, el cantinero, mi mujer y yo. Bailando rumba y echando balas de plata para matar a cualquier vampiro socarrón que se atravesara. Me la pasé bien, brutal, y ellos como si fuera cualquier cosa. A las 3 me separé, con mi chica y tomamos un taxi para irnos a la calle más alejada de la ciudad. Ellos optaron por acompañarnos, pero se bajaron antes, frente a las cloacas de los barrios mexicanos. Ya no teníamos tiempo de seguir la borrachera, y me perdí en el taxi con mi mujer en la noche. En el rumbo, por los largos besos se perdió nuestro camino y el rostro de mi mujer se difuminaba. Nos borrábamos. No había panorama, ni ojos, ni lenguas. Y frente a mí: un incendio fatal; lo comparé con mi pesadilla de los nueve años en la calle de las brujas. Pasamos directo al barranco que sosegaba y ni los vagabundos ebrios de todas las noches encontraron ahí su alojamiento; tampoco yo, ni el camino, ni ella. La pasión carcomía el rumbo y los segundos pasados se borraban con la niebla. Los besos, densos como la oscuridad, cubrían el tiempo: Atroz, desafiante y sin esperanza alguna.

20. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "CUERPOS TRAPEANDO EL PISO"

recibido: 23/06/2008
6:47 pm
Cuerpos trapeando el piso


Entonces abrí las piernas y él la metió de un tiro. Gemí sin voluntad sintiendo como la sacaba y empujaba de una forma brutal. Yo agarré con fuerza lo que pude mientras se sacudía mi cuerpo como betún. De repente paró. Dio la vuelta y me la puso de frente a la cara. Se la chupé con hambre y entonces me detuvo y dijo que se le antojaba una rusa. Tienes los senos enormes como mi abuela, dijo, mientras tomaba mi cola de caballo hecha un estropajo. Se las froté duro, era como hincarse ante una cruz, como pulir un sirio derritiéndose. Qué bien lo haces... Qué bien jodes infame zorra del Pedregal... En ese instante, me tomó la cintura y volteó mi cuerpo. Envainó despacio hasta topar. Era enorme. ¡La pala más dura que había probado en años! Pasó de breve a rápido y yo muriendo de colisión y dolor, de placer entre las piernas. Destrozaba mis entrañas en cada empuje que daba; veía las bragas detenidas a media pierna, veía luces sobre el retrete y saliva escurriendo en mi traje sastre. Me vine de inmediato. Él también se vino chorreándome las medias.
Nos vestimos. Me abroché la falda y limpié las botas. Al salir, un campesino nos miró de reojo fingiendo ocupar el mingitorio. No dije nada. Cepillé el cabello con ligereza y salí corriendo hacia el auto, con mi marido que esperaba.
Él se puso el mandil y salió corriendo con el cuchillo en la mano para sacar la carne de res que esperaba en la parrilla.
Nunca supe quién era.

19. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LOS ÓRGANOS EN EL FONDO DEL TAZÓN"

recibido: 23/06/2008
10:41 am
Los órganos en el fondo del tazón


La mesera avanzaba con rapidez entre los asientos de los invitados. Con una mano sostenía una gran charola llena de platillos y, haciendo uso de la otra, colocaba con destreza cada platillo frente a cada persona. El plato llegó a mí. Acompañado de una ensalada, un humeante filete de…mmm…¿cerdo?... mmm… sí, es cerdo lo que me espera. ¡Qué ingenio! ¡Siempre lo mismo! Siempre carne de pavo en navidad, pescado en semana santa, mole de pollo y arroz rojo en cada fiestita. Y ahora cerdo. ¡Caray! Las tipas que prepararon esto siempre hablando de variedad pero lo único que varían es el adorno del platillo. Para colmo quieran que sea crítico de alimentos. ¿Cómo esperan que pueda lograrlo si todos me dan lo mismo?
No se les puede ocurrir algo nuevo, algo como… no sé…iguanas o delfín, marmotas o… los labios de esa hermosa nena que está sentada frente a mí.¡SÍ! no sólo sus labios también todo su cuerpo. Sería un magnifico manjar. Podría empezar besando su boca y después devorar todo su exquisito cuerpo. Podría no sólo comérmela a ella. Podría comer a muchos más. Podría alimentar humanos con bellotas para que sepan bien. Hay cerdos que los alimentan durante toda su vida con bellotas, y a la hora de ser comidos saben exquisito. Debería hacer criaderos de humanos y mataderos para humanos. Mmm suena buena idea. Crearía mi propia empresa de carnicería humana. En navidad vendería humanos rellenos, mmm con mucho gusto me daría a la labor de rellenarlos, abrirles el vientre; extraer los órganos y colocarlos en el fondo de un tazón para cocinar un guiso después; atiborrar el cuerpo con diversos alimentos y hornear, sí, sería interesante. Y por qué no, hacer salchichas (serían un éxito en los estadios de béisbol y puestos de hot-dogs) y jamón, mortadela y hasta quesos de humano.
Claro, no faltaría la competencia, ya me imagino en la entrada de una taquería un enorme trompo de suculentos cuerpos destazados y unidos en uno solo para darnos el placer de lo culinario. Seguro habría tacos de vagabundo como los hay de perros callejeros. Lo que me hace pensar que no toda la carne sería recomendable, habría carne infectada de algún virus y se crearían nuevas enfermedades. Aunque también sería como un control de plagas, no habría tanta población y no nos faltaría alimento, incluso la carne humana sería más económica gracias a su abundancia. Quizá la carne se clasificaría por categorías entre fina y corriente. A los pobres les tocaría comer carne corriente como la de algunos chóferes de autobús, cantantes de cumbias o mierdas por el estilo y hasta uno que otro político. La clase alta comería carnes de importación de cada continente, las cuales tendrían una sazón diferente según el platillo típico de cada zona. La gente culta preferiría comer filósofos, pintores y novelistas.
Habría carne para cada forma de pensar; me drogaría comiendo hippies, me embriagaría comiendo borrachos, me inspiraría comiendo músicos, enamoraría comiendo poetas y me excitaría comiendo prostitutas.
Podría matar a mi vecino y dárselo en pedazos a mi perro. ¡Sí! Haría croquetas de humano, seguro a los perros les encantarían.
En las fiestas podría llevar una canasta de dedos empanizados o rellenos de chocolate a modo de regalo. Asesinaría a mi profesora y llevaría su carne a la cooperativa para que hicieran con ella algunas tortas. En los botaneros servirían ojos asados con cacahuates y cerveza helada. Mmm.
Se acabaría la hambruna en África y en diferentes partes del mundo si mandan como alimento a los que sobran en China.
Los corredores comerían piernas para fortalecer las suyas, los imbéciles devorarían cerebros con la ingenua intención de pensar.
Y por qué no…mmm… comerme el corazón de la niña que me lo ha negado tanto.

18. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "TACHAS"

recibido: 23/06/2006
10:32 am
Tachas


Ja, no me digas que tenemos, tuvimos, somos, ja, no ni eso ni lo de ayer, que va, vamos del fondo, cloaca de roedor, de humedad y de vicio, sí eso dicen las ñoras cuando te ven desde las ventanas o las azoteas, desde el aire, carnalito, desde el aire, pa decir sin indecencia la anécdota, pa’ que el sueño no sea nomás eso de la volatilidad de las existencias, eh eh eh eh, ja dicho de esa jalada manera parece que salir de hoyo es cosa de reteharta voluntad, actividad necesaria, nel, ni te das cuenta, ni sabes si te asomas o te escondes, ni arriba ni abajo, como los ojitos de tachas, que no sabes si van o fueron, cafés o verdes, green green, dicen los cuates que vienen desde el pasado remoto, desde la oscura sombra de los días olvidados, je eh eh eh, ya vamos llegando a la verdadera sustancia, je a la neta de esta nota, de esta palabrera, a los pasos de tachas que se mueven en zigzag, que no es, o sí pero viene desde el mareo, desde la agrura, los ojos vueltos de revés, donde sólo blanco sobre blanco, de sueño y recuerdo, la calle que escurre, se sacude, las luces que se arrastran por los muros y las yerbas, tachas que coloca las manos, la vista de calavera, la noche que brota de su garganta, río revuelto de gritos y saliva, estertores del mismísimo infierno, je eh eh eh, quién no ha visto esto, ¿Qué caraja vida ha pasado? Se cuestiona inmenso poeta del pesimismo, ¿qué le digo a tachas? ¿Somos o tuvimos? O como las ñoras de azotea, salimos del hoyo como roedor de cloaca o desde el aire carnalito, pa’ decirlo chingón, pero todo se hunde y no lo notan nunca, nunca, nunquita jamás.

17. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "Mmmmh"

recibido 23/06/2008
6:13 am
Mmmmh


Este cuento tiene muchos haraganes, pero no se preocupen, son tan flojos que casi no hablan y sus acciones debido a ello son escasas por lo que sólo los he puesto como personajes de relleno con excepción de uno, que se muere a la mitad, pero la trama no cambia mucho, por lo que omitiré el relato de su muerte, a partir de la sexta página el susodicho simplemente dejará de ser mencionado, es entonces que el lector asumirá que he eliminado al personaje. Es necesario que yo, en buen plan, como escritor haga dicha acción pero que no la narre porque de lo contrario la descripción tendría repercusiones en la historia principal y nadie quisiera que eso pasara ¿no? Bueno nadie, excepto el personaje asesinado pues lo dejaré en el limbo y nadie que se precie bien puede aspirar a vivir por siempre en la categoría límbica y pasar el resto de su muerta existencia preguntándose qué fue lo que le pasó. Bueno pues comienzo este cuento para que no se aburran y sigan con el chat o lo que estén haciendo en este momento de dispersión: la señorita Constanza es una ‘ñora de por lo menos 60 años que inicia la acción haciendo la crónica que todas las mañanas acostumbra ante su reducida audiencia, el señor Bohórquez, la del 4 y dos hermanas de las que no sé aún su nombre y apellido pero no importa ya que sólo salen en esta escena, la señorita está diciendo lo último que ha escuchado en los alrededores y, como perro de caza olfatea la noticia estando siempre donde se cotillea ésta, para luego convertirla en el más virulento caldo de cultivo de chisme y habladuría, pero ¿cómo pasarse de tan ilustre caracterización?, sin ella la vida del vecindario tendría muy poco impacto entre sus habitantes. Esta mañana ha escuchado que la hija de una de las inquilinas que viven en el 3er piso ha salido embarazada pero conociendo lo promiscua que es, de seguro se hará un aborto clandestino como el que se practicó hará unos 2 años cuando le pagaba en especie al abogado que les llevó el caso de su coche, en eso están cuando de repente aparece un personaje que sin ser llamado suspende los diálogos y la acción declarando huelga general aprobada por el Sindicato Mexicano de Personajes Ficticios (SMPF por sus siglas en español), como narrador no me queda mas remedio que hacer una turbia negociación que incluye algunos personajes esquiroles que no siendo especialistas en este tipo de narraciones acaban deformando la trama al irse todos a pasear a Acapulco con la poca imaginación que me queda. Para ser sincero, creo que este cuento también me cuenta a mí como haragán ya que no logré poner a trabajar a mis personajes en el desarrollo de una historia, pero por lo menos me imaginé en Acapulco al lado de una de mis más buenas esquirolas, sin mucho argumento, pero eso sí, con bastante ambiente playero.

16. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "UNA HISTORIA DE REINAS"

viernes, 20 de junio de 2008

recibido: 20/06/2008
12:09 pm
Una Historia de Reinas


—¡Mujer!, ¡qué milagro, ¿como has estado? ¡Te he llamado varias veces!.
—Olvidé el teléfono, ya ves que lo pierdo con frecuencia. Ya leí tus mensajes, por eso te estoy llamando. A ver cuénteme usted, señora, ¿como ha estado?.
—Muy ocupada, con mucho trabajo, una tiene que trabajar siempre para sobrevivir. No tengo un marido que me mantenga, como tú.
—No querida mi marido no me mantiene... Por cierto, ¿cuándo me invitas a tomar una café?.
­—Uy, mana, ni loca que estuviera para invitarte a salir. Con ese marido tan machista que te cargas ninguna de las socias de la hermandad se quiere acercar a ti.
—No digas eso, ciertamente mi marido es un poco celoso, pero, no es para tanto, ¡siempre exageras!.
—Cuéntame ¿que has hecho desde la Navidad? Ya veo que sólo te escapas cuando tu marido está de viaje y dices que no es machista. ¿Por qué cuando esta él nunca sales?, como hoy, no quieres ni contestar el teléfono.
—!Perra¡ Ese día, después del café en el Samborns nos fuimos a bailar porque tú me insististe, mas no porque él no estuviera. Ciertamente, desde entonces no he ido a ningún antro y tiene varios meses que no te veo, pero... ¡Usted siempre exagera, señora! Siempre con el ánimo de perrear.
—Definitivamente ese marido te tiene atada. ¡Platícame!, ¿cómo has estado?, ¿cómo están tus hijas?
—He tenido mucho, muchísimo trabajo. Mis niñas cada día más bonitas, muy bien educaditas, por algo van a un colegio caro. Mañana sábado las llevo a la estética. De verdad que están preciosas, son unas verdaderas princesas. Él, hoy, como todos los viernes, vendrá a quedarse aquí conmigo.
—Uyy, mujer, eres toda una ama de casa, con marido, hijas princesas y todo, te has convertido en una verdadera Reina. Al fin dejaste de ser madre soltera, aunque tengas a un príncipe machín de marido y no te deje salir...
—Sí salimos, a él le gusta ir a la cantina con sus colegas a tomar cervezas. Algunas...
—¿Cantina...? ¿Cervezas... ? ¡Que barbaridad eso sí te va a hundir socialmente querida!
—Espérame están tocando el timbre, creo que ya llegó.

Abre la puerta con una mano, con la otra sostiene el teléfono. Hola mi vida, pásale, siéntate.

—Mujer, voy a colgar pues ya llego tu marido y tendrás que cumplir con las tareas propias de tu sexo. Te llamo otro día.
—Chao, querida, te cuidas, pórtate bien, no andes por ahí dando de que hablar y no se te olvide que me vas a invitar un café.
Se sienta a su lado, lo abraza.
—Hola, mi vida, ¡estás muy guapo!
Se besan, se repiten que se aman, que se extrañan, que se desean, que el uno es la felicidad del otro.
—¿Con quien hablabas?
—Con Nacho.
—¿Nacho?, ah ya recuerdo, ¡el médico!. Y... ¿siempre se hablan en femenino?
—Sí, pero es sólo un juego.
—No los entiendo, de verdad que no los entiendo.
—¿Que parte no entiendes, cariño?.
—Ninguna parte entiendo, se hablan en femenino como si fueran mujeres, simpatizan con el grupo político que los ha negado pública y explícitamente. Tal vez identificarse con ellos les da cierto estatus social, pero no lo entiendo.
—No tiene nada de malo.
—Tampoco tiene nada de cuerdo. Ustedes deben de estar locas, se creen la Reinas y en lugar de vivir en un palacio, viven en un departamentito de interés social. En lugar de una carroza tirada por corceles pura sangre, se transportan en un carrito; también de interés social; de 4 cilindros con 90 caballos de fuerza. ¡Eso si es una ventaja! al menos son noventa.
—Eres demasiado grosero.
—No es grosería, sólo remarco lo que ustedes se dicen. Se creen las reinas, tienen una corte de perras que las tratan como niñas y les dicen princesas, las llevan a la estética hablan de ellas como parte de su familia.
—Pero sólo es un juego, no tiene nada de malo.
—No dije que eso sea malo, ya lo dice el refrán: Dios las hace y ustedes se juntan.
—Eres un grosero, me estas diciendo perra.
—Así se dicen entre ustedes ¿no?, tal vez por eso las consideren como parte de su familia. O dicho de otra manera: tal vez por eso se identifican con ellas.

15. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "UNA MAÑANA"

recibido 20/06/2008
12:09 pm
Una mañana
A las seis de la mañana sonó el despertador. Abrió los ojos y notó que aun estaba oscuro. Decidió dormir un poco más. Después de un tiempo un ruido lo despertó. Miró a la ventana, el sol estaba muy alto. Eran las siete y veinte.

Se levantó, se estiró, con los ojos medio cerrados de sueño, entre tropiezo y bostezo, bajó uno a uno los escalones. La sala estaba en penumbra. Corrió las cortinas, el sol inundó la habitación y entró por sus pupilas; le produjo una corriente eléctrica que recorrió su espina dorsal. Caminó hacia la cocina medio dormido, medio despierto. Molió el café, le puso agua a la cafetera y presionó el botón.

Se sentó frente al piano. Un olor a café inundó la habitación. Tocó una pieza sencilla de tres o cuatro acordes . La tocó como nunca, esa fue su impresión. El aroma del café se llevó su pensamiento. Su imaginación recorrió la ciudad. Esta ciudad es hermosa y tiene un clima benevolente. En invierno no hace frió, al menos no es necesario llevar abrigos largos y pesados. En verano, el calor es soportable. Las noches veraniegas son un poco frías; se puede dormir bien. La ciudad es pequeña pero también conveniente. El tráfico aun es soportable. Sin duda soy afortunado, pensó, uno debe de ser parte del ejército de ángeles elegidos para vivir aquí: Angelópolis, ciudad de ángeles. El grillo alarma de la cafetera lo devolvió a la realidad. Después de dar un suspiro se levantó. Se sirvió una tasa de café. Lo tomó sorbo a sorbo sumido en sus pensamientos. Había despertado, se estiró.

Prendió el radio. Luz Cassal cantaba: Cada vez que veo tu fotografía. Descubro algo nuevo que antes no veía. Su pensamiento voló, se fué al pasado. Hacía tantos años que no escuchaba esta canción Y me hace sentir, lo que nunca creí. Esta es la historia de Bruno; se dijo en voz alta. Siempre te he mirado indiferente. Eras tan solo un amigo y de repente lo eres todo. Todo para mí. Así llegó Bruno a su vida, siendo para él un tipo irrelevante. Mi principio y mi fin. Llegó a pensar que era el amor más grande de su vida, Mi norte y mi guía. Mi perdición. ¡cierto! por un tiempo fue su completa perdición. Mi acierto y mi suerte, mi equivocación. Con Bruno siempre se equivocó... Eres mi aliento y mi agonía, de noche y de día. Dos años duró su agonía. Dame tu alegría, tu buen humor. La presencia de Bruno le iluminaba la vida, el mundo, todo su entorno.. ..Dame tu melancolía, tu pena y dolor. Dame tu aroma. Dame tu sabor. Dame tu mundo interior. Dame la muerte y la vida, tu frío y tu ardor. Se sacudió los fantasmas. Se miró al espejo y sentenció: Lo que no es para ti... dejarlo ir. Agua que no has de beber... Pero sin embargo, algo quedó. Acababa de comprobar que: el paso del tiempo no es la mejor medicina.

Miró a la ventana. La luz del sol nuevamente le produjo una corriente eléctrica. Sintió la sangre recorrer su cuerpo. Lo importante es estar vivo, sentir la vida, vivirla, amarla, sufrirla y muchas veces llorarla. se dijo en voz alta, con la intención de olvidar (temporalmente) el pasado.

Buscaba algo, no sabía qué, su mirada se topó con un libro, lo tomó y leyó:

Hombres
No
Me
Faltan
Mujeres
No
Me
Sobran
Estoy
Completo

Hermafrodisiaco de Efraín Huerta.

14. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "JAMÁS"

miércoles, 18 de junio de 2008

recibido 17/06/2008
6:56 pm
Jamás


¡Qué bonitos ojos cafés! Le gustaban mucho. En general le agradaba el rostro que veía porque, en su opinión, era hermoso. Se alejó del espejo, cogió su bolsa y al salir a la calle sintió frío, así que encendió un cigarro y caminó hacia cualquier sitio. Se sentía triste y necesitaba alejarse un rato de todo lo que la ponía mal. Caminó hasta cansarse, entonces se arrepintió de llevar zapatos de tacón y se sentó en una banqueta cualquiera, junto a un árbol cualquiera, al tiempo que encendía otro cigarro. Escuchó a lo lejos una canción que le parecía conocida:
No sé qué pensar de ti,
Aún así te esperaré lo que el destino quiera,
Te esperaré aquí,
Te esperaré hasta que muera.
¡Claro! Se le hacía conocida porque alguna vez se la había dedicado un muchacho que le causó dolor. Aguardó hasta que la canción terminó y al oír que la repetían se puso en pie. Ahora se aunaba a su tristeza “ése” a quien había amado tanto, “ése” en quien casi nunca pensaba, pero ¿qué podía hacer?
Se levantó y echó a andar.
—Soledad.
Mecánicamente giró. Sentía que no podía negarse al llamado de aquella voz a pesar de no reconocerla. Un tipo, para ella apuesto, le sonreía a pocos metros.

­—¡Xavier! —repuso corriendo hacia él. Se abrazaron. Sus hermosos ojos negros brillaban. ¡Caramba! Era ese brillo que había iluminado su vida desde que conoció a Xavier. Eran esos ojos que no soñaba a diario. Ahora que él la había llamado y la tenía entre sus brazos aprovecharía para aclarar que todo ese dolor que alguna vez sintió había sido un mal entendido.
Xavier rozó sus labios. Soledad sintió calor y frío a la vez que le correspondía. Ese era, sin duda, el mejor beso que había sentido y lo estaba disfrutando porque amaba a Xavier.

Abrió los ojos. Se sentía desubicada… ¿Y Xavier?

Soledad estaba en su alcoba, cubierta por el conocido edredón azul de su cama. Eran las tres de la mañana y recordó que se sentía fea, que siempre se había sentido fea, que odiaba el humo del cigarro, que eran vacaciones, que no había salido de su casa en una semana, que únicamente usaba tenis y que no se veía al espejo más de lo necesario para lavarse los dientes. Quiso recordar que ya no amaba a Xavier, pero no pudo.

13. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LOOKING FOR..."

martes, 17 de junio de 2008

recibido 17/06/2008
4:03 am
Looking for…


Queda el vacío. Apenas hace un tiempo el vacío era distinto. ¿Cuántas veces he salido a buscarte? Te quisiera encontrar, leyendo, escuchando esto. Despierto y pienso por un momento te estoy buscando a ti. Agrego azúcar al café. Por las mañanas despierto con alguna melodía de la infancia. Agrego azúcar al café. Las tardes de ahora se trasladan al filo de la noche. Agrego azúcar al café. La madrugada es larga. Antes, dormir era cosa de descanso, ahora sólo es para no caer fulminado al otro día, con la mirada nublada, con la boca seca, la resaca de la semana anterior. ¿No me has sentido? ¿No has sentido mi mirada cuando caminas, muy a oscuras, casi a punto de llegar a tu casa? Yo te busco a ti que lees esto con incredulidad. Agrego azúcar al café. El aroma del tabaco me ahuyenta. Agrego azúcar al café. Esta mañana amaneció húmeda la habitación. La tela desgarrada y el aroma del café calla la boca a la filosofía. Agrego azúcar al café. Y el cenicero se desborda por mi cigarro y sus polvos frescos de esta noche. Huelo a café con leche. Y esta tarde se ha consumido mi cuerpo buscándote. ¿Por qué aprietas el paso en las oscuridad? Sientes palpitar tu corazón en la garganta. Y un líquido tibio baña tus venas. Y tienes miedo. ¿Por qué aceleras el paso? Te estoy buscando. Inyecto nubes de algodón en tu memoria. Agrego azúcar al café. Abres la alacena, ya no hay tazas limpias, ya no hay cucharas para agregar azúcar al café. Ya no hay tazas en la alacena. No hay esa foto de tú y yo en el refrigerador. Agrego azúcar al café. Buscas en el lavabo, no hay trastes, no hay vasos. Despiertas en la mañana. ¿Por qué aprietas el paso cuando oyes tacones en el pasillo? Agrego azúcar en el café. Y el crujido de las ramas, y el crujido de los árboles. Agrego azúcar en el café. Y ves el lavabo y no hay tazas, no hay cucharas. ¿No hay cucharas? Agrego azúcar al café. Un suspiro. Un murmullo desde la oscuridad. Huele a café toda la casa. Agrego azúcar al café. No hay cerillos para encender las velas. Azúcar y café. No hay cucharas para el azúcar. ¿En dónde está el café? Hace frío y el viento traspasa el vidrio. Hay una casa con niños. Mamá, ¿quién es ella? ¿Por qué caminas más rápido? El aire hiere tus pulmones y el camino se oscurece. Hace frío. Agrego azúcar al café. Agito la cuchara. El corazón late aprisa. Azúcar y café. Pulso cero. Agito la cuchara. No tiene pulso. Agua con café. Hay que reanimarlo. Agua… Uno. Dos. Tres. …con café. Otra vez. Agrego agua. No hay tazas. Y el frío. Uno. No hay. Dos. Azúcar. Tres. Te encontré.

12. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "DEJÁ VU (O COMO MIRARSE EN LOS OJOS DEL DE ANTES)

recibido: 17/06/2008
3:35 am
Dejá vu (o como mirarse en los ojos del de antes)

Pasarás esta tarde por las calles olvidadas del centro. Cómo ha pasado el tiempo en Galicia, dirás. La prisa de lo acordado a última hora enciende lentamente algo en tu memoria. Es cierto. Una llamada al celular te hará caminar sin una dirección. Y el aire endemoniado de la tarde que se rehusará a largarse atacará tu melena.

Las calles serán amplias, llenas de propaganda que se enredará en tus pies. Y será tu voz en el celular aclarando que ya has ordenado todo en la oficina, que ya habrás realizado los pagos en el banco, que ya están los trámites burocráticos. Y el viento te detendrá por un instante y de reojo verás en un vidrio a un hombre cubriéndose los ojos del aire. El peso de la tarde caerá despacio sobre tus hombros. El saco recién salido de la tintorería. Lo bien pintado de los zapatos y una cabellera corta, perfecta. Todo un licenciado. Y continúas caminando. No hay tiempo de cursilerías en visiones fugaces. Y cuando al fin estés en tu cuarto, bajo la tímida luz de la lámpara, cuando abroches lentamente la camisa para dormir, recordarás la tarde llena de aire, la sensación del aire pasando por tu cara, como antes, cuando ibas jugando a ser otro, cuando llegó la adolescencia como un castigo y decidiste jamás crecer alegando la nebulosa mancha que era ser mayor. Y te sentarás frente a la ventana, frente a un reflejo de mirada distinta. Te recordarás ebrio de días luminosos, de cabello largo y de ropa colorida, te recordarás mientras te sientas en la orilla de la cama, donde duerme tu señora esposa. Recordarás los días en que el aire servía más que sólo para secar el llanto como el de ahora, cuando un señor licenciado no era necesario para ser feliz.

Y qué tarde es, dirás al otro día, cuando vuelvas a cortarte el cabello, y de nuevo el extraño que se veía en el espejo, tenga que mirar los ojos del que está resignado a cortarse, junto con el cabello, un poco de sí mismo.

11. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LOS VIAJES DE MARCO POLO (O UNA HISTORIA DE AEROPUERTOS Y ELLA)

recibido 17/06/2008
3:35 am
Los Viajes de Marco Polo (o una historia de aeropuertos y Ella)

Se acordaba de Ella cuando sus amigos llamaban a casa. Cuando compraba souvenirs se acordaba de Ella.
—¿Le gustará o no le gustará, se lo llevo o no se lo llevo? Se lo llevo —y trajo muchas cosas que nunca le dio y que tiempo después regalaría, un catorce de febrero, a una amiga.
Ves el asiento de adelante y Ella ya no está ahí. Qué tontería. Olvídala. Estás en Japón. Un año atrás o un año adelante, cualquier otro año en el que Marco hubiera viajado, la historia era diferente. Un año antes en España, las miradas tiernas en el avión, y la búsqueda de Ella en los asientos de enfrente (porque no hubo asientos juntos), los consejos para viajar, el té con crema. Viajar feliz y acompañado. Hacerse novios. Un año después, otra chica le prepararía una cena, le prestaría un rosario para que lo cuidara, iría por él a la Terminal, llamadas y mensajes al celular, el “te quiero”, verla en la oscuridad de la sala de llegadas como en una película.
Pero en ese momento, a cientos de kilómetros de casa, cuando buscaba el Hard Rock de Hong Kong los mandaban al Starbucks, se dio cuenta de que no hablaba el idioma oficial. Que si lo asaltaban o lo mataban no habría nadie que pudiera ayudarle y que probablemente nadie sabría que estaba allá. Le había pegado la melancolía de su tierra.
Frente a la tristeza que ahora le representaba seguir viajando sólo en el sentido emocional, y pese a ser un buen viajero que nunca olvidaba llevar música ni su libreta para escribir, y que economizaba comiendo en McDonald’s, o durmiendo en cuartos compartidos, incluso adoptando por unas horas como familia a los pasajeros del avión, desde que iba rezando hasta que roncaba, él, Marco, se había convertido en el peor compañero de viaje
—Es que todo le querías comprar y le querías hablar a México —y las fotos que le tomaron junto al Buda, al que también saludó con las manos unidas y con reverencia como la gente de ese lugar, también serían después vestigios de tristeza.
—¿Cómo no disfruté de ese viaje? —pero no todo viaje es tan malo. Conoció la nieve como en las caricaturas, blanca, suave. Y por unos momentos se olvidó de Ella y se entregó completo a la nieve. Era un niño rodando por la nieve. Como también sería un niño un año después, solo, en una habitación de tres camas en un lujoso hotel asignado por la aerolínea porque el vuelo estaba sobre vendido, y acomodó osos de peluche sobre las camas y se dormía con ellos por momentos, y era un niño otra vez, solo, pero un niño a punto de regresar.

Y cuando estaba en el avión rumbo a México dijo:
—Ahorita va a llegar Ella con rosas y con chocolates y me va a decir “Te extrañé” —y esperó que llegara aunque sea su familia por él al aeropuerto como hacen los papás de sus amigos, que alguien llegara a recibirlo con tacos.
Pero nadie llegó.
Viajó un par de horas más hacia Puebla en autobuses Estrella Roja y tomó un taxi hasta su casa.
No tenía sueño pero trató de dormir. Despertó a las 6 de la tarde en su habitación, con todas sus cosas aún tiradas en todas partes como antes del viaje y con las maletas sin desempacar
—¿Dónde estoy? —a estas horas debería de estar haciendo algo.
Vio su celular, ninguna llamada perdida, esperaba encontrar algún mensaje que dijera “¿cómo te fue?” pero no había nada. Mamá, ¿me han hablado? No. Estaba perdido, sintió que todo le caía encima. Terminó caminando por las calles que añoró estando sobre un ferry en Oriente, por el centro caminó, solo, por las mismas calles caminó. Recordando el día que se iba de viaje, y ella y él habían terminado, y en la noche, él estaba viajando como una isla sobre el mar, y como una isla había regresado a vivir el día siguiente de su rompimiento.

10. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "UNA DERROTA MÁS"

lunes, 16 de junio de 2008

recibido 16/06/2008
9:27 am
UNA DERROTA MÁS



De pie en lo alto. Erguido, turbado. El viento toca su faz no como caricia, sino a manera de bofetada. La burla revolotea frenética sobre la cascada dorada de sus cabellos largos y descuidados. Los ataca. Crea una sonrisa sardónica e hipócrita. Ahora también el viento le da la espalda elegantemente, mientras su ánimo retraído y enfermo, ríe a carcajadas al presenciar una derrota más. Su alegría tiene acentos de melancolía, de fracaso y de muerte. Permanece, sin embargo, estoicamente inmóvil. Revienta miradas furtivas al suelo, como si quisiera no saber que, tarde o temprano, dará con él. Los tobillos empiezan a tambalearse, traicioneros. Busca estabilidad en los brazos. Mira nuevamente el terraplén y comienza el vértigo. Tiene miedo. Es la sombra de la cobardía que frecuentemente aparece en estos casos, algunas veces para reprimir intentos; otras para cobijarlos y azuzarlos. Trata de sacudirse esa patraña burda y cruel. No desea que parezca un accidente; le restaría mérito a su vida indigna y tibia. Espera hacerlo bien: embestir el concreto duro y frío que le rompa el cráneo en dos. Piensa el por qué de todo esto. Realmente contribuye en nada a nada. No le importa. No le incumbe. Pierde el tiempo pensándolo. Siente que sus miembros adhieren el frío de aquella tarde nublada y moribunda hacia él. Reacciona ante una pequeña erección que no sobresale de su entrepierna: culpa a su sistema nervioso destrozado y pueril. Hubiese preferido haberlo hecho con dos o tres gramos. Baja forzado los párpados, y en un instante sereno se arroja al vacío. La tarde, en ese momento, apacigua el fracaso y la ira de su hijo, y dispone todo para huir. Parte con la máscara suave de colores pastel irisados y anodinos. Lentamente el ambarino astro se recoge, pues la noche trae el propio. Pausado y algo perezoso desaparece el horizonte, llevándose en el diario de ese día un perro muerto. Pero discretamente se mueve algo sobre el asfalto. Una mano articula sus dedos. Un cerebro reacciona mientras el corazón –al darse cuenta que aún late– trata de hacer su labor lo más rápido y eficiente posible. Toca su pierna y se estremece ante el dolor. Está rota. El hueso del hombro está fuera y unido al lóbulo de la oreja. Un ojo se niega a abrir. De entre las comisuras de su boca surge un hilo de sangre que le provoca un mohín de disgusto al saborearlo. Su conciente e inconciente se enfrentan en desigual contienda. Mira sus contusiones. Sonríe con repulsión. Es la ira, el rencor; el fracaso. Dos gruesas lágrimas corren por sus mejillas, abortos de los ojos saltados. Las venas saltan en sus pupilas como estigmas dilatados, los estigmas de seguir viviendo.

9. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "EL BAÑO"

domingo, 15 de junio de 2008

recibido: 14/06/2008
9:12 pm
EL BAÑO

Le urgía llegar a la lotería para recibir los treinta millones de pesos del boleto premiado que llevaba entre sus manos. Este pensamiento le agitaba el corazón mientras su mente divagaba. En cuanto reciba mi dinero, me compraré muchos trajes, un auto deportivo rojo bien chingón, una mansión y me llevaré a una vieja buenota, aunque estaría mejor llevar dos, así podrían hacer realidad todas mis fantasías. Su sexo se puso duro al imaginar esa escena. Claro, tengo que elegir bien a mis amistades, ya que con tanto dinero tendré amistades nuevas, cómo me vería con esos mugrosos. Pa´ qué preocuparme por eso, si no regresaré jamás a ese lugar. Empezaré una vida nueva, hasta le puedo copiar al Claudio de la novela que pasa a las cuatro, que se volvió rico y contrató a un asesor, igual le haré pa´ que me enseñé a comportarme como todo un Don. Ya no estaré como perro viendo la tele afuera de la fonda de la Chona que luego hasta se enoja. Ora compraré una televisión grandota. Joyas, otro peinado, estos pelos que ni siquiera son barbas, me los puede rasurar el peluquero. Zapatos finos, sí, cien pares de zapatos finos, los mejores puros, las mejores botellas, las mejores viejas. Pa’ que también tú la goces y ya no tenga que visitar a la manuela. Suspiró profundo y siguió fantaseando: lo mejor de lo mejor. Cuando reciba mi dinero seré el rey del mundo, ¡qué digo!, ¿el rey del mundo...? ¡el rey del universo! Conoceré gente importante, políticos, empresarios, todos se pelearan por tener mi amistad. Sin darse cuenta caminaba tan de prisa que su ansiado caminar se volvió en trote. Experimentaba la misma alegría que cuando cumplió ocho años y por primera vez asistió al parque de diversiones y su deseo más grande fue subirse a todos los juegos y comer todas las golosinas posibles. Entre carrera e ilusiones por fin llegó a la lotería.
—Vengo a cambiar mi boleto de lotería, es el que ganó el premio de los treinta millones de pesos.
—Déjeme verlo, 009875432. Sí, efectivamente, es usted el ganador, felicidades.
A punto de infartarse de la emoción, un baño de agua lo despertó.
—Órale, pinche borracho, quítese de mi cortina que ya voy a abrir.

8. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "EL ORIGINAL"

miércoles, 11 de junio de 2008

recibido: 10/06/2008
5:17 pm
El original

Doña Simona caminaba por las empedradas calles del pueblo de la Asunción, uno de tantos pueblitos escondidos en las entrañas del suelo mexicano. Se dirigía, como todos los jueves a la iglesia, acompañada por su nieta Ramona, quien vivía con ella desde hace ya 9 años, cuando sus padres, al partir tras el sueño americano, se la dejaron encargada con la firme promesa de regresar al año siguiente por ella. Durante este tiempo Doña Simona ha tratado de inculcarle a su nieta, la fe en la religión católica, y en todas y cada una de sus tradiciones y creencias, convencida de que sólo así vivirán seguras, quedando exentas de cualquier peligro a los que por su condición de mujeres solas, se ven expuestas constantemente.
Ya dentro de la iglesia, se dirigen ante el santo de su devoción, el de los casos difíciles y desesperados, pues muy en el fondo de su corazón, las dos albergan la esperanza de que él les cumpla el milagro. Dispuestas doña Simona a santiguarse, frena de golpe el ritual, se levanta con trabajo del reclinatorio y va en busca del sacristán, iba molesta, a reclamarle el hecho de haber vestido a San José con la túnica de San Judas Tadeo. Argumentaba que ella donaba dinero suficiente, del que le mandaba su hijo del otro lado, decía, para que la imagen estuviera en buen estado como para que no solo eso no fuera posible, sino que hasta no estuviera la imagen original y… si no es el original, ya no se cumplirá el milagro, pensó para sí doña Simona mientras escucha al indolente sacristán, quien rezongaba levantando los hombros al tiempo que las palmas de las manos: ¿Qué quiere que yo haga? El padrecito, es el que dice para que es el dinero, yo nomás obedezco señito. Además, continuó el sacristán, dice el padre que el dinero es para hacer obras de caridad, visitando a los enfermos y hasta a los moribundos, y que para poder verlos a todos como Dios manda sin hacer “diferiencias”, tiene que comprarse un coche.
Atónita y furiosa, mas que por la verdad revelada del fin de sus donaciones, era por pensar en que no siendo la imagen original, el milagro no se concedería y no solo su hijo ya no mandaría dinero, sino también regresaría y se llevaría con el a su nieta, dejándola en la mas absoluta de las soledades. Tomó de la mano a Simona para salir de la iglesia, pero la niña opuso resistencia pidiéndole que la dejara terminar su petición: espera abuelita, espera, ya nada mas le pido lo de siempre, que mis papas puedan mandar dinero para que me vaya con ellos.

Women in art

Si un pintor quiere revolucionar el arte y la estética del retrato femenino, que pinte a su musa con la boca abierta. Checa este video. Un progresión artística desde el arte medieval hasta nuestros días. Además, no se te olvide leer y votar los cuentos que participan en el concurso de cuento breve que este taller y www.ciudad cultura.com.mx invitan.

7. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "HOY ME VOY DE AQUÍ"

martes, 10 de junio de 2008

recibido: 10/06/2008
12:15 am
Hoy Me voy de Aquí



‘¡Hoy me voy de aquí!, dice Martín tomando la maleta, mientras mira a su compañero de cuarto. ‘El Médico me lo ha dicho ayer’, y se levanta saliendo de la habitación. El ruido de la puerta al cerrarse le recuerda cómo fue que llegó allí hace diez años.
Su Madre cerraba de la misma forma la puerta.
—Espera afuera, no intentes entrar —y Martín de ocho años, entonces, no sabía otra cosa que hacer más que sentarse afuera. No entendía por qué su Madre tenía que encerrarse con cada uno de los amigos que llevara a la casa. Ninguno era amable con él, no le daban siquiera un dulce. Era que, quizá, su Madre no les hablaba de él, no se sentía orgullosa de su hijo. Eso era porque siempre lo regañaba porque él no era bueno para barrer y los trastos los dejaba siempre un poco sucios. Pero sólo un poco, es lo que solía decir. Después de esperar horas a que ella llegara lo que Martín deseaba era su sonrisa, su abrazo, como el que le daba cuando iba por la cerveza en la noche. Pero ella tenía otras cosas que hacer con sus amigos y lo único que recibía era el portazo en la nariz. Y luego de unos minutos el cuarto de su Madre cobraba vida, le aparecía una gran boca en la puerta que gritaba, gemía con los ojos desorbitados y manchados de mascarilla negra. Sus dos pequeñas manos puestas en sus oídos no servían de mucho porque podía ver la boca retorcida y entonces se acostaba boca abajo para no verla ni oírla. Nunca pudo dormir en ese momento, porque apenas su cerebro intentaba un sueño MOL los golpeteos del cuarto que revolvía su interior como sonaja de nuevo se los abría.
Una noche no pudo más. Con el cuchillo más grande que encontró corrió y entró dando un portazo en la habitación de su Madre. Martín aullaba mientras hundía repetidas veces el cuchillo en el hombre que desnudo estaba sobre su Mamá. ‘¡A ella no le hagas lo que a mí!’, chillaba, ‘¡A ella no!’.

‘Esquizofrenia Paranoide Infantil’, decía su expediente clínico, fue enviado al psiquiátrico Infantil a los 10 años.

Martín abrazaba su maleta y salió al patio. Eran apenas las diez de la mañana. Se acercó a un grupo de internos sentados en el jardín. ‘¿Dónde está el Dr. Téllez?’, preguntó. Nadie respondió. Se volvió a ver a otros que caminaban alrededor de la fuente, dijo para sí , ‘Ellos deben saber’, pero ninguno supo decirle. Decidió esperar un poco sentado de frente a la puerta que daba al jardín, por allí solía aparecer Téllez. Pero el tiempo pasó sin que su delgada figura apareciera. Estaba adormilado por el calor y la chaqueta azul que siempre traía puesta. Ya eran las 12 del día y el sol que dominaba su punto más alto le producían un sopor mayor. De pronto vio entrar al Dr. Ramírez, la alegría espanto su cansancio y corrió hacia él. ‘Hoy me voy’, le dijo con seguridad, ‘Sí’, le contestó aquél, ‘Sólo que ya es la hora de la comida’, le guiñó el ojo y continuó, ‘Será mejor que lo dejemos para mañana no crees Martín, o de otra forma te perderías tu programa de la tarde’.
Martín, se apresuró a dejar su maleta en su cuarto, y se formó en la línea del comedor. Adelante se encontraba Omar, su compañero de cuarto y le dijo sonriente, ‘¡Mañana me voy de aquí!, Me lo ha dicho el Dr. Téllez’. Tomó su charola llena y con mucho ánimo se sentó a comer.

6. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "CAROLINA"

recibido el 9/06/2008
1:06 pm
CAROLINA

Aún estás aquí. Tan presente como siempre. Despierto. Solo, una vez más. Pero hoy no es igual, hoy no te has ido. Tu recuerdo no se esfuma, tu olor no se disipa, el deseo no se apaga. El momento ha llegado. No debería hacerlo, pero el supuesto responsable no es tan perfecto como debería; a fin de cuentas él sólo crea, no sufre, no anhela.

Tomo mi costilla y la dejo en el suelo. Agrego un poco de agua y un par de semillas de amapola. Dejo que el tiempo trabaje como sólo él sabe hacerlo, lento e incierto. Tan larga es la espera, que sin saberlo te olvido. Cuando recuerdo, regreso a ti. Nunca he sido gran partidario de las leyendas bíblicas, pero ésta debía servir. Quizá mi mal cálculo del tiempo justifica mi fracaso. Tal vez no.

Sin importar cual fue el error, no puedo esperar más. Cierro los ojos, reúno tus recuerdos y los míos. Pronto estarás conmigo.

Lo único que sé de ti. Tomo un par de pequeños cristales y los moldeo hasta que son casi redondos. Un pequeño pincel y mis viejas acuarelas. La primera difícil decisión; ¿azul marino o azul cielo? Intento con el primero, pero tu mirada es muy oscura; con el segundo sólo se vuelve insípida. Tomo todos los azules de mi habitación. Seco, vacío, inmóvil. Ninguno se parece a ti. De pronto por mi ventana veo algo. No está en el cielo ni en el mar. Donde estos cuerpos se unen, el azul es especial, es único, es tuyo. Delicadamente acerco mi pincel, robando suavemente ese bello color. Por fin puedes verme. Tu mirada tierna, clara como el cielo, profunda como el mar, simplemente hermosa.

Bajo un poco más. Mis manos intentan dibujar tus labios. Una imagen borrosa, no consigo más. La frustración me derrota, caigo rendido. Una vez más, vienes a mí, a salvarme. Estando frente a ti entiendo todo; hay cosas que mis inexpertas manos no pueden concluir. Regreso al trabajo, y con muy poco talento doy forma a lo que algún día será un par de labios. No me preocupa la perfección, pues tendremos una eternidad para pulirlos juntos.

Llego a tu cintura. No puedo evitar notar el agujero en tu pecho, pero aun no es el momento. Mis manos tiemblan, pero continúo bajando, hasta llegar a tus piernas. Termino el último dedo de tus pies, casi estás terminada. Un último vistazo, buscando detalles erróneos, buscando algunas razones más para enamorarme de ti.

El último momento. Es hora de llenar aquel vacío. Tras una vida de desvelo y desamor he logrado obtener tres perfectos candidatos. No hay imperfecciones. Los tres tienen el tamaño exacto, el color preciso. No han sido usados, esperan para latir por primera vez dentro de ti. Estás casi terminada, pronto estarás conmigo. No hay errores, fuiste hecha por mí y para mí, tal como querías. He vivido una eternidad esperándote, pero a partir de ahora, viviremos eternamente; eternamente juntos.

Después de leer las instrucciones, los conecto. El primero, el segundo, el tercero. La misma reacción con todos. Tus ojos se abren, suspiras y mueres un poco más. Todo esta en su lugar, ajusto un poco la aorta, pero nada cambia. Suspiro y muerte. Todo se acabó. Trato de entender. Tomo cada uno de los corazones y lo analizo. Forma perfecta, excelente tono. Este será mi último intento. Un corazón desgastado, que se mantiene unido por fibras de amor y anhelo. No se compara con los demás, está tan maltratado que difícilmente funcionará. La única ventaja: es completamente tuyo.

Olvido el dolor y lo retiro. Olvido cerrar la herida. Lentamente lo coloco en tu pecho, con mucho temor. Inmediatamente, tus ojos se encienden, tu ausencia se apaga. Estás frente a mi, tan hermosa como te recuerdo. Te tomo en mis brazos e intento robar un poco de tus labios. Después de un par de años, reacciono ante la húmeda situación. Sólo pienso. Te he entregado mi única forma de amarte.

Viviré por siempre, sin poder amarte. Tú vivirás por siempre sin poder amar a nadie, sólo a ti.

Es difícil dejarte ir, eres todo lo que siempre soñé. Mi más íntimo deseo, mi más antiguo anhelo.

Mi más imperfecta creación.


Feliz Cumpleaños Gerardo!

lunes, 9 de junio de 2008

Gerardo:

Desde San Luis Potosí, un gran abrazo y un beso por tu Cumpleaños, disfruta mucho cada momento, que cada momento para muchos ya no es igual sin ti. Gracias por cada una de tus letras y por compartirlas con cada persona que sin duda, termina enganchado a ellas para siempre.

¿O será que ellas son las que se enganchan en la memoria de quien las deja entrar por los ojos?

Felicidades! Un beso enorme.
Te quiero mucho.

Lorena Ivette Arredondo.

5. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS"

viernes, 6 de junio de 2008

recibido: 6/06/2008
11:00 pm


LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS


Las estrellas brillaban en lo alto del cielo mientras Alicia y Frank miraban la ciudad.
Era uno de esos días en los que todo está al revés.
Literalmente.
El cielo turquesa estaba manchado de púrpura. Los árboles con su brillante follaje naranja, cubrían las calles de miel.
La lluvia de chocolate hacía que los coche-anfibios se detuvieran en el tráfico de gorilas enfurecidos.
Las princesas mágicas aspiraban sus perfumes florales y soñaban con la luna.
Y el mono gobernador disfrutaba alegremente de su cerveza de plátano y sus cacahuates.
—Deberíamos poner orden a todo este revuelo –observó Frank admirando los enormes edificios de colores.
—Estoy de acuerdo, esto está demasiado fuera de lugar… ¿Qué se te ocurre que hagamos? –inquirió Alicia.
Éste, tomándose su tiempo, le dio una larga bocanada a su cigarro y dijo:
—Llamemos a Don Franco.

Los dos muchachos caminaron entre el revoltijo de miel y chocolate, y, tras evadir a un gorila especialmente enojado, llegaron a casa de Don Franco.
—Queremos que nos ayude a solucionar esto, nada está en su lugar, y todo es demasiado extraño –pidió Alicia.
—¿Por qué les preocupa tanto a ustedes dos, qué tan extraño esté todo? Alicia, mira tu cabello, lo teñiste de azul para que se viera fuera de lo normal; Frank, siempre lees cómics… ¿No les gusta la fantasía? Creí que lo que mejor hacían era soñar…
—Sí, sí, así es… —respondió Frank—, sin embargo, cuando todo es un sueño, no podemos soñar más…
—Así que quieren que todo vuelva a ser como antes…
—¿Puede ayudarnos? –preguntaron los dos jóvenes, mirando ansiosos al otro.
—Puedo. Cierren los ojos.
Los dos muchachos sonrieron e hicieron lo que Don Franco dijo.
Sintieron un remolino que los jalaba, y daba vueltas y vueltas y... se detenía.
A lo lejos una voz habló:
—Despierten.
Miraron a su alrededor, y con asombro descubrieron que todo era de nuevo real.
Los gorilas enfurecidos del tráfico, ahora eran taxistas y señores energúmenos tocando las bocinas y gritando groserías por doquier.
La lluvia de chocolate desapareció, sin embargo, en su lugar aparecieron ríos enormes de agua contaminada que brotaba de las atarjeas, y los taxistas hacían esfuerzos inútiles para que sus autos se transformaran en barcos y no se quedaran parados en medio del tráfico y la lluvia ácida.
Las princesas mágicas dejaron sus perfumes, y los cambiaron por unos verdes churros de marihuana e ilusión.
El cielo morado, cambió a ser un gris triste, cubierto por el smog. Los árboles naranjas de miel desaparecieron, dejando solo una fábrica de la cual brota humo, y una selva de pavimento y contaminación.
Y el mono gobernador ahora… Bueno, siguió siendo igual de mono y, para desgracia de la sociedad, también gobernador, sin embargo ya no había cerveza ni plátano, ni tampoco cacahuates; había coñac, dinero robado y una llamada de un empresario corrupto.
Alicia y Frank se miraron, y decidieron volver a dormir… cayeron en la cuenta de que finalmente la realidad no está tan lejos de la fantasía; todo es cuestión de saber soñar.

4. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "LAS LOCURAS DE HELENA"

recibido: 6/06/2008
10:43 pm

LAS LOCURAS DE HELENA


No era común ver sus ojos brillar, ni era común que estuviera dispuesta a dedicarle sonrisas a todo el que pasara a su lado, pero menos común era, que realmente parecía ser feliz.
Helena no tenía mucho sentido común, entre mas rara fuese su vida, parecía que se alegraba más, tal vez por eso se enorgullecía de ser mi amiga.
La primera vez que me dijo ese nombre, no le puse atención: estaba acostumbrada a escuchar sus historias. Conocía a alguien, le gustaba dos días, y luego regresaba a su vida normal.
Así era Helena. Siempre actuaba de manera impulsiva, y esa era una de las mejores cosas que tenía, a pesar de que muchas veces, era su más grande error.
Su vida corría entre la incertidumbre y la perdición. Si algún día conocí a alguien inteligente, era ella. Sabía mucho más que el resto de las personas de su edad, pero lo más admirable era que sostenía su palabra, incluso ante alguien mayor. Por supuesto, que casi ninguna persona que pasara de los treinta, sentía alguna admiración por mi amiga, y ella se sentía orgullosa de eso. Decía que sólo los indicados compartían su pensamiento, y que ella no estaba hecha para satisfacer la productividad de la sociedad, si no para apoyar a los pocos seres humanos que existían. Siempre se empeñaba en hacer notar la diferencia entre un ser humano, y un ser más. La mayoría de las personas dirían que estoy loca, por el simple hecho de creer que su forma de ser es inteligente, y me da gusto, porque se que me he convertido en la clase de persona que Helena puede admirar, tal vez tanto como yo la admiro a ella.
Cuando me habló por segunda vez de él, supe que hasta su sombra se estremecía. Hablaba, como siempre, de muchas cosas a la vez, sin embargo, en sus ojos no se veía nada más que él. Ella siempre decía que el amor, era algo, que si existía, no era para ella, que no lo quería realmente. Pero esa vez, yo supe que era diferente, ella no lo mencionaba, pero yo lo sabía.
Cada día que pasaba veía a Helena más lejos del mundo, más lejos de la tristeza, y más lejos de la realidad. Yo estaba tan alucinada como ella, su locura me envolvía, su risa era como una neblina que borraba el sentido de las cosas, ya no pensaba, me dejaba llevar por su demencia, su incoherencia, y, aunque ella lo negara, su nuevo amor. No me sentía excluida. No sobraba entre ellos dos.
Él la buscaba todos los días, al terminar la escuela, y se iban juntos a dar una vuelta por las calles desconocidas del callejón prohibido. Ella nunca mencionaba la edad del joven, pero yo sabía que le preocupaba, porque finalmente ella no contaba con los dieciocho, y él tenía más de veinte; sin embargo, con el paso del tiempo, se olvidó del asunto, o eso me pareció. Y es que realmente era algo que parecía insignificante, para una persona como Helena, la edad no regía en el tiempo de existencia, si no en los años de verdadera vida, y si no me equivoco, Helena tenía mas vida que probablemente muchos de los adultos que conocemos.

Pasó un año, tal vez más, tal vez menos, pero me seguía fascinando verlos juntos. Helena cada día parecía más grande, más inteligente. Él, cada día se veía más indefenso, pero también más humano. Las cosas habían cambiado.
Recuerdo que Helena siempre se empeñaba en verlo a los ojos, y él en desviar la vista; pero ella siempre lograba hacerlo voltear y hablar de frente.

Esa noche la puerta estaba entreabierta, no esperaban que yo estuviera ahí. La luz que se colaba por la ventana era escasa, pero suficiente para que yo viera lo que pasaba dentro.
Helena estaba de pie, con los ojos clavados en los de él. Después de unos segundos ella se acercó un poco más, y él la besó. Creo que no me di cuenta de lo que pasaba hasta que la escuché respirar agitadamente y la blusa de Helena yacía en el suelo, los dos estaban entre las sombras, con la música retumbando en las paredes; aunque no veía prácticamente nada, pues se habían alejado de la ventana, los sentía. Lo sentía a él, besando el cuello de Helena, desabrochando botones, tocando su piel. Me maravillaba como respondía al más leve movimiento del cuerpo de él, parecía que conocía todos sus movimientos, él la tenía entre sus brazos como si fuera el más preciado tesoro que tuviese, ella se aferraba a él, como si en cualquier momento pudiese caer al vacío.
Casi podía ver las chispas saliendo del cuerpo de Helena, cada vez que él la tocaba, pues estaba segura, por la expresión de su rostro, que era como si una explosión de corrientes eléctricas la rodeara por completo. Y de pronto me di cuenta, de que ella nunca se había visto más bella. Las manos de su compañero rodeaban su cintura, bajaban a sus piernas, acariciaban su espalda; el sudor mojaba las sábanas, los suspiros de ambos llenaban la habitación. Me horrorizaba la escena, y me fascinaba a la vez.
Sentía que la noche nunca iba a terminar. El tiempo pasaba ligero, pero lento; ellos hacían que cada uno de los segundos se sintiera con una fuerza inquebrantable.
Al cabo de unos minutos, o tal vez horas, cuando parecía haber terminado, Helena habló. No recuerdo sus palabras, pero parecían música. Me estremecía escucharla, y aún más ver la pasión que de pronto lo inundaba a él. Ella se acercó de nuevo, y lo besó. Más dulce que la vez anterior, pero también mas desesperadamente. No podía distinguir los movimientos de sus manos, que no cesaban de moverse, mientras él mantenía la vista fija en su cara.
No sé cuánto tiempo estuve ahí, observando. Cuando el cielo comenzó a pintar tonos rojizos, Helena se dio vuelta con la sábana negra alrededor de su cuerpo, y puso su cabeza en el pecho desnudo del otro. Él la abrazó, le susurró algo, y se quedaron dormidos.

3. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "WOLOF"

recibido: 6/06/2008
3:35 pm
WOLOF


La rubia melena cubre su rostro, y la túnica de rey, que se ha ganado, ondula con el viento. Marcado torso le recibe, con sudor de batallas y el colmillo de un lobo que cuelga de su cuello. Una herida en el muslo susurra la leyenda de su historia.
Wolof nació como esclavo. Creció sirviendo a otros, menos a él mismo.
Un día gris, su amo fue asesinado, y él enviado a las celdas frías, esas que sirven de puente y estadía mientras se vive la muerte. Ahí conoció a Bolev, un lobo huérfano que deambulaba por las noches, en busca de alimento.
Encontrase Wolof un día con el cachorro, rodeado éste por un hombre asesino, que lo golpeaba con palos, y piedras de barro. Lo enfrentó y venció sin miramientos, pero sin matarle. Y el cachorro fue, desde ese momento, su más grande compañero.
Triste fue el día en que, por el tamaño que el lobezno había alcanzado, tuvieron que separarse.
Pasó más de un año. Wolof esperaba el día en que su cuerpo cansado se rindiera al fenecimiento: Látigo tras látigo, los guardias lo obligaban a realizar tareas imposibles. Sin alimento que le diera fuerzas para realizarlas, fue elegido de entre todos para entretener a la prole. Se enfrentaría a Morev, un demonio de los bosques capturado hace no mucho tiempo.
Dos días faltaban para el encuentro, y Wolof se veía cada vez más cansado.
Cuando por fin se cumplió el plazo, la gente del pueblo se reunió en la gran plaza para presenciar el espectáculo.
—¡EL demonio matará al hombre! —aseguraban algunos, y los demás reían, como si aquello fuera una delicia.
Ya en la arena de la plaza, Wolof, de frente a Morev, era minúsculo. La batalla empezó luego de que un hombre soltara al demonio. Éste se abalanzó sobre Wolof y, zarpazo en mano, le arrancó un trozo de muslo y dejó su rostro desfigurado. La gente empezó a silbar de rabia, no por lástima, sino porque el hombre no habíase siquiera defendido.
Entonces el silencio se apoderó de la plaza. Otra bestia caminaba en la arena. Sus ojos, llenos de rabia, eran el reflejo de los colmillos que portaba, asomados por sobre el hocico. Era Bolev. El joven lobezno estaba dispuesto a devolver la ayuda recibida. La pelea fue mortal. El lobo cayó desfalleciente, al lado de Wolof. Esperó la caricia de éste para morir satisfecho.
Con el rostro irreconocible, y sin una parte del muslo, Wolof caminó seguro hacia el monstruo, y puedo asegurar que éste tembló al verle. Así, sin arma alguna más que la convicción de vencer a toda costa, Wolof enfrentó al demonio hasta hacerle añicos. Se puso de pie, ante los aplausos de la multitud. Se había convertido en el rey de esas tierras, sólo por su hazaña. Levantó de la sangre que corría por el suelo, el colmillo de su amigo, y lo elevó al cielo en señal de agradecimiento.
Los demonios le respetan, y las sombras se abren a su paso. La tierra tiembla ante las pisadas del rey. De Wolof, el rey lobo.

2. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "VOLAR CON LIBERTAD"

recibido: 6/06/2008
3:35 pm
VOLAR CON LIBERTAD


Las gotas de sudor escurrían pesarosas por mi cuerpo cansado. El cabello, largo y descuidado, ocultaba mi rostro. Mis piernas no soportarían un paso más. Caí sin fuerzas. Se acercaba el momento de ser arrojado al oscuro vacío de la fosa. La nada misma.
Ya caminaban hacia mí los guardias con carcajadas burlonas escondidas en el rostro, y ponían más cadenas sobre mi cuerpo, para llevarme arrastrando a la fosa. Entonces la vi. Subiendo la pared resbalaba, pero seguía subiendo. Una oruga. Se aferraba con diminutas patas a la pared mojada, y parecía que al hacerlo, ésta era más resbalosa. A punto de caer, aguantaba. Tal vez no habría en este mundo algo que la frenara de alcanzar el tope de aquel muro y mirar la luz que se extendía más allá de la mina.
Pasó por mi mente el correr tras ella, hacia la libertad, aunque me llevara a la muerte. Pero entonces las risas burlonas de los guardias me devolvieron a la realidad. ¿De qué valdría que yo, siendo un esclavo, siguiera un sueño inalcanzable; qué haría con un poco de libertad? Ésta estaba reservada a unos cuantos privilegiados. Una roca golpeó mi cabeza, y caí de nuevo. Las risas de los guardias se apagaron poco a poco. Alrededor todo giraba.
Cuando recuperé la conciencia me hallaba entre cuerpos inertes. No fue sino por el olor pútrido de sus carnes en descomposición que me supe vivo. Parpadeé un poco antes de abrir los ojos por completo. Descubrí que enormes paredes encerraban el lugar. No había escape. Traté de levantarme, pero mi cuerpo no se movía. Aspiraba a morir como mi mente, y todo yo. Miré al cielo y no pude contener las lágrimas que brotaban del corazón, de los recuerdos de mis padres, y de los días en que el mundo sonreía. Estaba resignado a mi destino. Esperando ya la muerte, cerré los ojos y suspiré. Miles de imágenes desfilaron ante mí. Todo se tornó oscuro. Tan sólo se distinguía un punto lejano. Conforme se acercaba me di cuenta, era la oruga.
—“Luchemos juntos” —parecía decirme, indefensa—.“Brillemos bajo el Sol, como faros en la oscuridad. Extendamos las alas y volemos por nuevos horizontes, donde las aves cantan y el viento te saluda a cada paso”
Abrí los ojos de nuevo. Tal vez me estaba volviendo loco, pero qué importaba. No sería yo un cuerpo más, pudriéndose en el tiempo. Saqué fuerzas de lo más profundo del alma, y escalé la montaña humana de carnes deshechas. Me así de una roca. Mientras subía, mis carnes enjutas rozaban la piedra rasposa. Llegué a la cima y miré los prados verdes, los animales jugueteando. No había guardias. Una pequeña sombra se proyectó en el cálido suelo. Miré hacia arriba y hallé una mariposa. Imaginé sería la oruga que había visto en las minas, ahora convertida en un hermoso ser. Eché un vistazo al horizonte y suspiré con emoción. Por fin éramos libres.

1. CUENTO BREVE PARA CONCURSAR: "QUIQUE"

recibido:
6/06/2008
3:35 pm

QUIQUE

Todavía no sé, entre toda esta gente, cuándo veré a mi mejor amigo, a Quique, o por qué lo han metido en esa caja tan cerrada. Seguro debe estar asustado. ¿Qué nadie se da cuenta? Incluso yo lo estoy un poco. Toda esta oscuridad me da miedo. Las personas, los rostros, la casa, todo está oscuro. Mis padres lloran y me abrazan con fuerza, como si creyeran que alguien pudiera arrebatarme de su lado. No sé lo que pasa. Un grupo de mujeres con el rostro cubierto murmura algo junto a la caja, y mis padres las siguen, pero no entiendo lo que dicen, los gritos de la madre de Quique no me dejan entender.
Junto a la caja, está la foto de mi amigo. Recuerdo cuando nos conocimos, íbamos en jardín de niños: yo estaba llorando, y él se acercó, con una pelota de colores brillantes. Me invitó a jugar, diciendo que todo estaría bien. Yo le creí. Jugamos ese día, y todos los que siguieron.
Los demás niños no se nos acercaban, decían que Quique estaba enfermo. Pero yo sabía que no, mi amigo estaba sano. Había visto a personas enfermas, esas que caminan junto a ti sin verte, o que ríen sin reír. Las que tienen dibujada la tristeza en el rostro, y miran hacia abajo cuando el Sol brilla demasiado fuerte, y sus ojos se lastiman. Quique no era así. Sonreía cuando nos veíamos, pues según él, Dios le había dado un día más de juegos; y sonreía cuando nos separábamos porque, decía, la alegría que tuvo duraría para siempre. También yo pensaba eso.
Aún ahora, en esa foto gris, por encima del gorrito que cubre la cabeza con poco pelo, veo su sonrisa, y me tranquilizo. Mi padre se acerca y me dice, bañado en lágrimas:
—Lo siento mucho, hijo, también lo vamos a extrañar.
¿Extrañar a quién? No entiendo, y, sin embargo, siento un gran vacío. Como si algo en mí se hubiera marchado, y yo supiera en el fondo que sería por mucho tiempo. Me acerco lentamente a la caja abierta, mientras un hombre vestido de blanco reúne a todos, distrayendo sus miradas.
—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo.
Yo sigo caminando. A pocos metros de llegar, algo llama mi atención. Un sonido suave, opacado por los rezos de los adultos. Parece que nadie más lo escucha. Volteo para encontrar de dónde proviene. Es una pelota. La misma que Quique me mostró ese día en el jardín de niños. Viene rebotando hacia donde estoy. Al tomarla, me doy cuenta de quién la ha lanzado. Es Quique, cerca de mí, pero por alguna razón, muy lejos. Sacude su mano en señal de despedida, y me sonríe como siempre. A lo lejos, se oye la voz del hombre vestido de blanco:
—…ya no está con nosotros, sino en un mejor lugar… —yo lo sabía, su sonrisa me lo había dicho todo, y algún día, lo sé, nos veremos de nuevo.

Gustavo Sainz en Puebla: Invita el escritor Yussel Dardón

jueves, 5 de junio de 2008


Editorial Atemporia y revista Broca invitan a la presentación de los libros El tango del desasosiego, de Gustavo Sainz y Lo mejor sería que te rompieras el cuello, de Laura Rojas. La cita es el Jueves 12 a las 17 hrs. en Casa del Escritor 5 Oriente 201, Centro. puebla, Pue. Esperamos contar con tu presencia.





Relájate por un momento… Checa lo mejor de entretenimiento.

Concurso de cuento breve de este taller de novela

1. Escribe un texto no mayor a una cuartilla, con tema y forma libre (no se vale copiar otros textos).

2. Mándalo a mi correo gerovio@hotmail.com (puedes mandar todos los cuentos que quieras)

3. Todos los textos serán anónimos y sólo se publicará el título del cuento conforme se haya recibido para efecto de la votación.

4. Se abre la participación desde el día de hoy y hasta el último del mes de junio de 2008.

5. Tú mismo votarás por el cuento ganador (puedes votar todas las veces que quieras por ti o por los demás).

6. Si nadie participa, no se podrá declarar desierto.

7. El premio para el primer lugar será, además del orgullo de haber ganado, una publicación en el Periódico Cambio. Así como también la publicación y video entrevista de los tres finalistas en el portal cultural: www.ciudadcultura.com.mx

8. ¡No dejes de participar, y ponte a escribir YA!

¿Quieres saber cuánto cobrar por tu trabajo como escritor?

Tabuladores de cobros mínimos en la actividad literaria 2008

Literatura

1.- Conferencias:
a).- en instituciones cultural, sin derecho a publicación. $ 1,000.00
b).- en instituciones privadas, sin derecho a publicación. $ 1,500.00
c).- magistrales.(Más transportación, alimentos
y hospedaje). $ 3,500.00
d).- ponente en: mesas redondos, congresos y jornadas. $ 1,000.00
e).- lectura de obra. $ 1000.00
f).- presentación de libros. $ 1,500.00
g).- congresos y jornadas. por negociación.

2.- Cursos y talleres:
a).- hora de curso o taller en Puebla $ 350.00
b).- hora de curso o taller fuera de Puebla
más transporte, alimentos y hospedaje. $ 500.00
c).- curso o taller por hora- semana- mes. $ 250.00

3.- Jurado en premios literarios:
Se recomienda que cada jurado cobre entre el 5% y el 10% del monto del premio a otorgar.
Nacional Estatal Local
a).- cuento. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
b).- novela. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
c).- ensayo. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
d).- poesía. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
e).- traducción. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
f).- crónica/biografía. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00
g).- teatro. $ 5,000.00 $ 3,000.00 $ 2,500.00

Premios internacionales (por dictaminar en México):
$7,000.00

Jurado en la selección de becarios de consejos nacional, estatales u organizaciones afines: $ 5,000.00

4.- Revistas:

a).-Obra específica para cualquier género, excepto novela. Nacional Estatal Local
$ 3,000.00 $ 2,000.00 $ 1,500.00

b).- Colaboraciones esporádicas y/o urgentes en prensa periódica: $ 1000.00 por 2.5 cuartillas.

5.- Labor editorial:

a).- coordinación colecciones editoriales: de $7,000.00 a $9,000.00 pesos mensuales conforme al volumen de producción. O un porcentaje ente el 1% y el 2% de ventas de la colección.
b).- cuidado de edición: de $ 2,500.00 en adelante dependiendo del volumen de producción.
c).- prólogos: $ 3,000.00 por contrato de derechos de autor.
d).- cuarta de forros: $ 1,000.00
e).- redacción de artículos, textos y entradas en obras colectivas, diccionarios, enciclopedias, etc. Depende de especialización: de $2,000.00 a $5,000.00 por entrada.
f).- Escritos en catálogos, programas de mano, exposiciones, etc. (institucionales): $ 500.00 por página.
g).- Informe sobre consulta de investigación: $ 2,000.00
h).- Informe de lectura para editorial: $ 1,000.00
i).- Asesoría: $ 1,000.00
j).- Lectura y asesoramiento en libros: por libro $ 1,500.00
k).- Investigación Biobibliográfica: por autor $ 700.00
l).- Elaboración de índices: (conforme a volumen): $1,000.00 / $ 5,000.00
ll).- Elaboración de 4ª. de forros: $ 700.00
n).- Corrector de galeras, por cuartilla: $ 15.00
ñ).- Corrector de estilo, por cuartilla: $60.00 a $ 100.00 dependiendo dificultad técnica

6.- Traducción:

a).- del francés $ 100.00 cuartilla.
b).- del Inglés $ 80.00 cuartilla.
c).- del alemán $ 120.00 cuartilla.
d).- del portugués $ 90.00 cuartilla
e).- del italiano $ 90.00 cuartilla
Así que cobra por un trabajo justo.

Premio Planeta de Novela (bases)

miércoles, 4 de junio de 2008


Las condiciones para el Concurso de 2008 son las siguientes:
1. PARTICIPANTES
Podrán participar en este concurso todos los escritores, cualquiera que sea su nacionalidad, que presenten novelas originales, inéditas y escritas en castellano. Quedan excluidos, en cualquier caso, los escritores que algún año anterior hayan resultado ganadores del Premio Planeta y las obras de aquellos autores que fallecieron antes de anunciarse esta convocatoria.

2. PRESENTACIÓN DE OBRAS AL CONCURSO
Los escritores que deseen optar al Premio Planeta deberán remitir los originales, por duplicado, a las oficinas de EDITORIAL PLANETA, S. A., sitas en Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona, España, haciendo constar en la primera página que concurren al Premio Planeta, objeto de estas bases. La extensión de las obras no ha de ser inferior a las doscientas páginas, tamaño DIN A4 (210 x 297 mm), claramente mecanografiadas a doble espacio y por una sola cara. Las obras presentadas que no reúnan los requisitos anteriores no serán admitidas a concurso. Cada novela irá firmada con el nombre y apellidos del autor, o bien con seudónimo, siendo indispensable en este último caso especificarlo. Toda obra irá acompañada de un sobre aparte donde figure el nombre y apellidos o seudónimo del autor y que contendrá como mínimo las siguientes menciones:i) Identificación (nombre y apellidos y, en su caso, el seudónimo que se utilice) del autor.ii) Domicilio y número de Documento Nacional de Identidad, pasaporte o cualquier otro documento oficial identificativo.iii) Manifestación expresa del carácter original e inédito de la obra que se presenta.iv) Manifestación expresa de la titularidad del autor sobre todos los derechos de la obra y que la misma se encuentra libre de cargas o limitaciones a los derechos de explotación.v) Manifestación expresa de la aceptación por el autor de todas y cada una de las bases del Premio Planeta.vi) Fecha y firma originalEl sobre únicamente irá cerrado en las novelas presentadas bajo seudónimo, y permanecerá invariablemente cerrado a excepción del correspondiente a la novela que obtenga el Premio Planeta y a la que quede finalista.Se considerará que la presentación al Premio Planeta bajo seudónimo se efectúa a los solos efectos del desarrollo del concurso hasta su fallo. EDITORIAL PLANETA, S. A. asignará un número de registro a cada obra por riguroso orden de recepción, siempre que se presente dentro del plazo señalado. Sólo en caso de que la identificación del autor conste en el original se emitirá y entregará un recibo de recepción, en el que constará el correspondiente número de registro.EDITORIAL PLANETA, S. A. no se compromete a mantener ningún tipo de correspondencia o comunicación con los participantes en el Premio, ni a facilitarles información alguna sobre la clasificación de las novelas o el desarrollo del Concurso.La admisión de originales se cierra el día 15 de junio del año en curso. No obstante, en cuanto a los originales que sean remitidos por correo, EDITORIAL PLANETA, S. A. podrá admitir aquellos respecto de los que tenga constancia de que han sido enviados hasta tal fecha, siempre que se reciban en un plazo que no altere el normal desarrollo del Concurso.
3. AUTORÍA, ORIGINALIDAD Y DIVULGACIÓN DE LAS OBRAS
La presentación de una novela al concurso implica necesariamente la aceptación íntegra e incondicional de las presentes bases por parte del optante, así como:1. El consentimiento del optante a la divulgación de la obra presentada en caso de resultar premiada o finalista.2. La garantía por parte del optante, con total indemnidad para EDITORIAL PLANETA, S. A. de la autoría y la originalidad de la obra presentada, y de que ésta no sea copia ni modificación total o parcial de ninguna otra obra propia o ajena.3. La garantía por parte del optante, con total indemnidad para EDITORIAL PLANETA, S. A. del carácter inédito en todo el mundo de la obra presentada y de la titularidad en exclusiva y sin carga ni limitación alguna de todos los derechos de explotación sobre la misma y frente a terceros, sin hallarse sometida a ningún otro concurso pendiente de resolución.La presentación de la obra conlleva, asimismo, el compromiso de su autor a no retirarla del concurso, sin perjuicio del derecho de devolución de los originales de las obras no premiadas ni finalistas, una vez hecho público el fallo.

4. JURADO Y VOTACIÓNEl JURADO
Estará formado por siete prestigiosas personalidades de las letras españolas, que serán designadas libremente por EDITORIAL PLANETA, S. A.El sistema de análisis, calificación, selección y votación de las novelas presentadas será el que establezca EDITORIAL PLANETA, S. A. Una Comisión Lectora designada por EDITORIAL PLANETA, S. A. realizará la lectura de todas las obras admitidas a concurso, emitirá un informe de cada una de ellas y escogerá las diez que considere mejores.Esas diez obras serán sometidas a una segunda lectura e informe, que, juntamente con el primer informe referido, serán elevadas al Jurado.Las decisiones del Jurado, incluido el fallo definitivo, se adoptarán por mayoría simple.Cualquier deliberación del jurado será secreta.Sin perjuicio del contenido del fallo definitivo del concurso, EDITORIAL PLANETA, S. A. no responde de las opiniones manifestadas por el Jurado o por cualquiera de sus miembros, antes o después de la emisión de aquél, en relación con cualquiera de las obras presentadas.

5. PREMIO
Se otorgará, como ganadora, un premio de SEISCIENTOS UN MIL euros a la novela que se considere con mayores merecimientos.También se otorgará un accésit de CIENTO CINCUENTA MIL DOSCIENTOS CINCUENTA euros a la novela finalista.El concurso no podrá ser declarado desierto ni distribuirse el premio entre dos o más obras concursantes.El fallo del Jurado, que será inapelable, se hará público en el transcurso de una fiesta literaria que se celebrará en Barcelona en el mes de octubre de 2008.

6. CESIÓN DE DERECHOS DE EXPLOTACIÓN
El otorgamiento tanto del Premio como del accésit de finalista supone que los respectivos autores de las obras galardonadas ceden en exclusiva a EDITORIAL PLANETA, S. A. todos los derechos de explotación sobre esas obras, incluyendo entre otros los de reproducción por cualquier sistema gráfico, mecánico, electrónico, reprográfico, digital, o de cualquier otra índole; distribución en cualquier formato o soporte y canal, y mediante venta, alquiler, préstamo o cualquier otra forma; comunicación pública a través de proyección audiovisual, representación escénica, emisión por radiodifusión, transmisión por cable, fibra óptica, alámbrica o inalámbrica, sistemas telemáticos, digitales u on-line, incorporación a bases de datos, o mediante cualquier otro sistema; transformación, incluida la traducción y la adaptación a obra audiovisual o dramática, u otras obras derivadas, y en general, para todas las modalidades de explotación y medios de difusión conocidos en el momento del otorgamiento del premio, en todos los países y lenguas del mundo, y por todo el período de vigencia de los derechos de Propiedad Intelectual.La cesión de los derechos de explotación de las obras ganadora y finalista supone la cesión de derechos de edición de sus respectivas obras en forma de libro, bajo las modalidades de tapa dura o cartoné, tapa flexible, rústica, ediciones económicas y/o de bolsillo, de lujo, de bibliófilo, ilustradas, especiales para empresas u otras editoriales, para escuelas, club, CD-ROM u otros soportes digitales o magnéticos, inclusión en colecciones de la editorial o en publicaciones periódicas de forma parcial o completa, y cualesquiera otras modalidades conocidas en ese momento. EDITORIAL PLANETA, S. A. podrá efectuar la explotación de los derechos sobre las obras galardonadas directamente por sí misma o suscribir, con cualquier otra compañía de su grupo empresarial o con terceros, en exclusiva o no, los acuerdos que resulten precisos para posibilitar la mejor explotación y ejecución de aquéllos y en las diversas modalidades, tanto en España como en el extranjero.Los autores galardonados se obligan a suscribir el contrato o contratos de edición, de cesión de los derechos de explotación sobre las obras premiadas, y demás documentos que sean precisos para formalizar oportunamente dichas cesiones.EDITORIAL PLANETA, S. A. podrá efectuar una primera edición de la novela galardonada con un mínimo de dos mil (2.000) y un máximo de dos millones (2.000.000) de ejemplares, con las reimpresiones que, dentro de dichos totales, libremente decida el editor. Los límites mínimos y máximos serán, en el caso de la novela finalista, de dos mil (2.000) y un millón (1.000.000) de ejemplares, respectivamente, con iguales derechos para el editor en materia de reimpresiones.Las ediciones sucesivas que sigan a la primera, y que comprenderán iguales mínimos y máximos que los señalados para cada caso, serán libremente determinadas por el editor, y podrán llegar hasta veinte (20). La decisión acerca de la modalidad en que deba efectuarse cada una de las sucesivas ediciones y el sistema de distribución comercial corresponderá única y exclusivamente al editor.De los primeros cuatrocientos veinticinco mil (425.000) ejemplares, en el caso de la novela ganadora del premio, y los primeros ciento veinticinco mil (125.000) ejemplares, en el caso de la finalista, vendidos en la primera o sucesivas ediciones de la obra de que se trate, los autores respectivos no devengarán por ningún concepto otra cantidad distinta del premio percibido.Por los ejemplares vendidos por encima de los especificados en el párrafo anterior, EDITORIAL PLANETA, S. A. satisfará a los autores galardonados el diez por ciento (10%) en las ediciones tipo tapa dura o flexible y/o rústica, el seis por ciento (6%) en las ediciones de bolsillo y el cinco por ciento (5%) en las restantes modalidades.Estos porcentajes se calcularán sobre el precio de venta al público sin IVA de los ejemplares vendidos de las distintas ediciones. En el caso de que la explotación de los derechos se lleve a cabo por medio de terceros, la remuneración de los autores será el sesenta por ciento (60%) de los ingresos netos que obtenga EDITORIAL PLANETA, S. A.

7. DERECHO DE OPCIÓN PREFERENTE SOBRE LAS OBRAS PRESENTADASEDITORIAL PLANETA, S. A.
Se reserva el derecho de obtener la cesión para la explotación en cualquier modalidad de las obras que, presentadas al Concurso y no habiendo sido galardonadas con el primer premio o el accésit, pudieran interesarle, siempre que comunique al autor correspondiente dicha decisión en el plazo máximo de noventa (90) días hábiles a contar desde la fecha en que se haga público el fallo del Premio Planeta. El autor se obliga frente a EDITORIAL PLANETA, S. A., en el supuesto de recibir dicha comunicación en el plazo indicado, a ceder, en las condiciones que se establezcan, los derechos de explotación de su obra.

8. INSCRIPCIÓN DE DERECHOS EN REGISTROS PÚBLICOS
Quedarán bajo la exclusiva responsabilidad del autor la inscripción de la obra presentada al Premio Planeta en el Registro de la Propiedad Intelectual, así como los efectos de su no inscripción frente a terceros.Cada autor se obliga, además, a suscribir cuantos documentos sean necesarios para que los derechos cedidos a EDITORIAL PLANETA, S. A. sobre su obra queden inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual y en cualesquiera otros registros públicos nacionales, extranjeros o internacionales.
9. DEVOLUCIÓN DE ORIGINALES
Sin perjuicio del derecho de opción preferente previsto en la base séptima, y sin que ello suponga menoscabo alguno del mismo, la devolución de los originales no premiados se efectuará a petición expresa de los autores y previa entrega de un recibo de devolución, presentado por el propio autor o persona por él debidamente autorizada por escrito. Dicha petición habrá de hacerse antes de que finalice el presente año. El envío de los originales por correo o mensajería se efectuará contra reembolso. En ningún caso se facilitará copia de los informes realizados para la evaluación de la obra.EDITORIAL PLANETA, S. A. se reserva el derecho de destruir los originales que no sean reclamados antes del 1 de enero de 2009.
10. SUMISIÓN EXPRESA
Para cualquier duda, discrepancia, reclamación o cuestión que pueda suscitarse directa o indirectamente con ocasión de la interpretación y ejecución de las presentes bases, las partes renuncian al fuero propio que pudiera corresponderles y se someten expresamente a la jurisdicción de los Juzgados y Tribunales de Barcelona.
Barcelona, marzo de 2008
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